Llegó el 2014 y esperamos que con su llegada, todos, hombres y mujeres, comencemos a caminar con la frente en alto. Sin temor, sin miedo. Abrazados a la verdad porque no hay hombre que se coma a otro ni fuerza que doblegue a un pueblo. Hemos dado decenas de ejemplos para decir con Duarte el evangelio que plasmo en la bandera: conocí la verdad y la verdad me hizo libre. Hay muchos que se niegan a conocerla y que aun conociéndola no se atreven a practicarla.
Esto usted puede colocarlo en la vida diaria, en la religión, en la política, la justicia y el arte de nuestro país. Los artistas que no se hacen eco de verdades nunca serán verdaderos artistas. En nuestro país hay ejemplos que nos hacen sentir orgullosos de buenos cantantes que la conocieron y la pudieron ondear como verdaderos llenos de libertad.
Que este 2014 lleve a sonreír desde lo lejos a Don Juan y a Pedro Mir. Son nuestros deseos fervientes en favor de una clase que necesita por obligación llegar a ser y a dar de sí a todos los nuestros y allende de los mares a otros. No debemos seguir siendo ya limosneros. Para ello necesitamos el arma de la verdad y el valor al ser hombres y mujeres libres. Si así actuamos, siempre podrán contar conmigo.