La flor es el principio, expresión sublime de la belleza, de la esperanza de una próxima generación, y a la vez, el medio a través del cual la especie se perpetúa.
Por los misterios que encierra, la única flor no apreciada es la flor de la vida humana, la flor de las mujeres, la llamada menstruación.
A través del tiempo, el ciclo menstrual y su manifestación evidente, la salida de sangre proveniente del útero ha sido nombrada de diferentes formas: regla, mes, luna, periodo, menstruo, enfermedad, tiempo, catamenial, días difíciles, e incluso flor, por aquello de que sin flores no hay frutos.
Evitan presentar la menstruación, como lo que es, un proceso fisiológico, normal que prepara de forma periódica el útero para un posible embarazo. Durante el ciclo menstrual, el útero se llena de nutrientes en espera del producto de la concepción, en vista de que no llega, con casi un mes de antelación decide preparase para la llegada del posible huésped.
Se refieren a la menstruación como una descarga del endometrio, capa interna del útero, descargar es sinónimo de desunir, desgajar, desasir descoser. Como si la sangre menstrual fuera la manera de eliminar las toxinas, sangre contaminada. Podríamos pensar que la agenda oculta es sembrar la idea de que las mujeres están sucias, y la menstruación es una estrategia para eliminar los desperdicios. Nada más falso.
Para los romanos el contacto con la menstruación producía efectos desastrosos: “convierte el vino en agrio, las cosechas y semillas las secan, los frutos de los árboles se caen, las colmenas de abejas mueren, el hierro y el bronce son afectados por oxido, a los perros los vuelve rabioso y sus mordeduras infectan con un veneno incurable; las relaciones sexuales son pestífera o fatal para el hombre” Consideraban su fuerza tan grande que “ si las mujeres con la menstruación caminaban a través del campo, gusanos, escarabajos se eliminan”.
En el siglo XIX las autoridades médicas creían que durante la menstruación las mujeres estaban débiles por lo que recomendaban reposo.
Desde la antigüedad se conoce la influencia que la luna tiene sobre las mareas y sobre los líquidos del cuerpo. La menstruación era la evidencia más clarea de movimiento y eliminación de líquidos del cuerpo causado por la luna.
Las mujeres que no menstrúan o dejan de menstruar interrumpen su capacidad de engendrar y reproducir la especie. Empecemos a desenmascarar las ideas falsas sobre el cuerpo de la mujer. La menstruación es una manifestación de la vida misma. Celebremos la flor de la vida humana.
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