UCRANIA. – El Banco Central de Ucrania nombró este viernes a un nuevo gobernador, mientras el sistema bancario del país se defiende bien de los embates de la guerra, a pesar de requerir un apoyo masivo de los aliados de Kiev.
Andriy Pyshnyy, expresidente del banco público Oschadbank, se convirtió en el nuevo responsable del Banco Central de Ucrania después de que la Rada Suprema (Parlamento) aprobase este viernes la correspondiente moción presidencial.
Su predecesor, Kyrylo Shevchenko, fue destituido la víspera tras anunciar su dimisión «por motivos de salud», transcurridos solo dos de los siete años previstos por su mandato.
Desde su posición supervisó uno de los periodos más turbulentos de la historia de Ucrania, marcado por el doble reto de la pandemia de covid y la invasión rusa a gran escala que comenzó en febrero.
Mijailo Demkiv, un analista del grupo financiero Investment Capital Ukraine (ICU), explica a EFE que el sistema bancario ucraniano ha permanecido destacadamente estable durante la guerra.
«El sistema de pagos ha funcionado sin un solo fallo, aparte de algunas breves interrupciones por la necesidad de transferir datos de servidores en Ucrania a almacenamientos en la nube», señaló.
La población no ha comenzado a retirar dinero de los bancos y el volumen de los depósitos incluso se ha incrementado, dice Demkiv, lo que en su opinión demuestra que los niveles de confianza en el sistema se mantienen altos.
«Esto es el resultado del trabajo de Kyrylo Shevchenko y del de sus predecesores, Yakiv Smoliy y Valentina Gontareva, que supervisaron una reforma comprehensiva del sistema bancario», agrega.
El Banco Nacional también está desempeñando un papel importante a la hora de preservar la estabilidad macroeconómica, una tarea complicada para la que la institución ha de buscar un equilibrio entre su mandato de mantener bajo control la inflación y la necesidad de ayudar a financiar el déficit estatal.
En junio, para frenar la inflación, el Banco subió el principal tipo de interés del 10 al 25 % y, después de que esto no se tradujera en un cambio significativo de los tipos en el mercado, se planteó en septiembre vender bonos del Estado de su cartera.
Ello implicaba un incremento del coste de financiar el déficit presupuestario estatal a través de créditos, mientras que el Ministerio de Finanzas estaba tratando de mantener bajos los tipos de interés de los bonos del Tesoro.
Este desacuerdo podría haber contribuido de forma directa o indirecta (por efecto de la presión sobre su salud) al relevo de Shevchenko al frente del Banco Central.
Por otro lado, un día después de su renuncia, fue acusado por la fiscalía anticorrupción de haber cometido «actividades ilegales» que llevaron a la pérdida de 206 millones de grivnas (5,73 millones de euros) cuando presidía el banco estatal Ukrgasbank.
Shevchenko, actualmente en el extranjero, reaccionó denunciando las presiones políticas supuestamente recibidas durante su mandato y afirmó no haber sido un gobernador «cómodo».
De acuerdo con Demkiv, cuando Shevchenko fue nombrado para el cargo en 2020 se temía que la institución perdiera su independencia, pero por el contrario preservó en gran medida el curso independiente de sus predecesores.
Su sucesor, Pyshnyy, aseguró hoy que la institución mantiene un rumbo «adecuado» y subrayó la importancia de la cooperación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), necesaria para cubrir el déficit estatal anual de 30.000 millones de dólares.
El PIB ha caído en torno a un tercio por la invasión rusa y Kiev precisa más que nunca del apoyo internacional.
Sin embargo, los flujos financieros procedentes de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos son demasiado irregulares, según Demkiv, para quien «imprimir dinero» es lo único que ahora mismo permite al Estado seguir cumpliendo sus obligaciones financieras al tiempo que financia la guerra.
Desde el inicio de la invasión, el Banco Central ha inyectado 315.000 millones de grivnas (8.770 millones de euros) a las arcas públicas con la compra de bonos del Estado aunque, tras alcanzar un pico en junio, estas inyecciones han caído en los últimos meses debido al aumento del apoyo internacional.
Los precios entretanto han subido en un 24,4 %, en comparación con los incrementos del 10 y del 5 % registrados en 2021 y en 2020 respectivamente, mientras que la divisa nacional se ha depreciado de 32 a 36 grivnas por euro.