Tras décadas de trabajo en la elaboración de banquetas, un anciano de 80 años vive ahora en el abandono y entre las precariedades de su casa en el sector Ugamba, de San Francisco de Macorís, en espera de que algún vecino o autoridad lo ayude a costear sus alimentos y servicios básicos dentro de su hogar.
Apenas logra sostenerse y su mirada permanece perdida en el tiempo.
Con sus ocho décadas a cuestas, Camilo Antonio Jerez ya no puede realizar las actividades en la elaboración de banquetas que por años le dieron sustento.