SANTO DOMINGO.- De los más de 4 millones de afiliados a las AFP en el país, solo un millón 500 mil cotizó hasta el septiembre de este año, ya que la pandemia redujo los empleos formales y los ingresos de gran parte de la población.
Esta pausa en las cotizaciones se reflejará en los montos de las pensiones que devengarán los trabajadores cuando lleguen a la edad de retiro.
Mientras, los envejecientes que ya dejaron de trabajar luchan para que les reconozcan su derecho a una jubilación, atrapados en la burocracia legal que representa mantener dos sistemas vigentes de pensiones.
Aunque todos los trabajadores formales deberían aportar a una AFP, de acuerdo con la Ley de Seguridad Social que entró en vigencia en 2003, pocos saben cómo funciona, los derechos que tienen y cuál sería el momento a percibir al momento del retiro.
La ignorancia sobre el funcionamiento de las AFP es común entre los adultos jóvenes que trabajan en el sector formal, pese a que muchos de ellos cotizando en sistema desde que obtuvieron su primer empleo.
La Directora de la Asociación Dominicana de Administradoras de Fondos de Pensiones, Kirsis Jáquez, explica que existen cuatro factores que determinan el nivel de una pensión.
Según la ley, una persona debe cotizar de manera continua desde que inicia su vida laboral hasta los 60 años, cómo mínimo. De lograrlo, podría pensionarse con el 45% por ciento de su salario.
Una persona que gane 30 mil pesos, de cumplir con todos los requisitos al pie de la letra, podría obtener una pensión de 13 mil 500 pesos, pero expertos en el área asegura que ese monto será mucho menor.
Además de la incertidumbre que el nuevo sistema, en el país se utilizan de forma simultánea dos sistemas diferentes de pensiones, ya que aún está vigente la antigua ley 18-96 del IDSS para quienes cotizaron por años hasta antes de la entrada en vigencia de la nueva ley.
Se refiere a la ley 1896 derogada en el 2019, cuando el entonces presidente Danilo Medina, promulgó la Ley 397-19 que disuelve el Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), modificó la Ley 87-01 y creó el Instituto Dominicano de Prevención y Protección de Riesgos Laborales (Idoppril).
Ahora los afiliados a la seguridad social piden al presidente unificar los montos de las pensiones de los beneficiados en ambos sistemas.
Hay quienes trabajaron toda su vida, pero al hacerlo en la informalidad no están hábiles para una pensión.
¿Qué pasa con estos adultos mayores? ¿Qué soluciones ofrece el estado para su sustento? Abordaremos este problema en la tercera y última parte de la serie especial la vejez mañana viernes.