Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Hace unos días, mientras me peinaba delante del espejo note que mi cabeza se había puesto totalmente blanca por las canas que me han ido creciendo, esto me hizo pensar el Salmo 90, Versículo10 que dice así: “Nuestra vida dura a penas setenta u ochenta años, si tenemos más vigor; en su mayor parte son fatiga y miseria, porque pasan pronto, y nosotros nos vamos”. Me di cuenta que los años van pasando y que no soy el mismo de cuando tenía veinte años de edad y me comía el mundo.
Un poco más tarde, salí a dar un paseo como es mi costumbre, por la calle vi pasar un vehículo que tenía en su carrocería un letrero pegado con una frase que me llamó la atención, esa frase me ha ayudado mucho en los años que me quedan por vivir, la frase de aquel automóvil decía: “Solo soy un turista en la Tierra”.
Era aquella una frase para aplicarla a nuestra vida aquí en la tierra, yo la he aplicado y me ha dado muchos resultados.
¿Qué es lo que hace un turista? Viajar y conocer pueblos. ¿Qué es lo que lleva un turista cuando viaja? Sólo lleva lo necesario, sobre todo lo principal que es su cámara fotográfica. Un turista disfruta el viaje y aprovecha de tomar las mejores fotos del lugar que visitó, para mostrarle con orgullo a sus amigos y familiares.
Así nuestra vida diaria. Si pensamos que solo somos turistas en la tierra, solo estamos de paso en este mundo, aprovechemos el tiempo que tenemos tomando las mejores fotografías. Procuremos por llevar al cielo la mejor imagen de nuestra vida. Si solo somos turistas en la tierra, llevemos a la eternidad fotos de bondad y amabilidad, fotos de alegría, fotos de solidaridad con el prójimo. Si nosotros somos turistas aquí en la tierra, y lo creemos, llevemos a la eternidad fotos de fe, fotos de esperanza, fotos de amor y sobre todo, fotos de buenos acciones y Santidad.
Como turistas espirituales, aprovechemos bien que nos queda en la vida. Nuestra oración diaria tendría que ser la del Salmo 90, Versículo 12 que dice: “Enséñanos a calcular nuestros años, para que nuestro corazón alcance la sabiduría”. A esta oración podemos, añadirle también lo siguiente: “Enséñanos, Señor, a tomar excelente fotografías de nuestra vida, enséñanos, Señor a llevar las mejores fotos a la eternidad.
El buen Jesús les bendiga abundantemente. Hasta la próxima.