SANTO DOMINGO. – Durante una entrevista en el programa matutino El Despertador, Soraya Lara, fundadora del Centro Familiar, habló sobre la creencia de que un feminicida actúa poseído por un ente maligno. «No es que se le entra un demonio al agresor», enfatizó Lara, subrayando la necesidad de cambiar el discurso sobre la violencia de género.
Según la especialista, atribuir estos actos a una fuerza externa exime al agresor de su responsabilidad. Esto evita que se aborde el problema desde su verdadera raíz.
Lara destacó el preocupante incremento de feminicidios en los primeros meses del año. También cuestionó el destino de las 70,000 denuncias por violencia de género registradas anualmente.
“La protección a las víctimas es prioritaria, pero también es necesario actuar sobre los agresores”, indicó. En este sentido, lamentó que en algunas regiones del país no existan centros conductuales para hombres denunciados. Esto genera un desbalance en las medidas de protección y prevención de la violencia.
Otro punto crucial que abordó, fue la ausencia de estudios nacionales que permitan caracterizar a los feminicidas en el país. A diferencia de países como España, donde se han identificado distintos perfiles de agresores, en República Dominicana aún no se realizan investigaciones exhaustivas en este sentido.
Mencionó que los factores de riesgo más comunes incluyen celos patológicos, aislamiento de la víctima, antecedentes penales, consumo de sustancias y dependencia emocional extrema.
La Violencia de género no está directamente vinculada al consumo de drogas o alcohol
Asimismo, la psicóloga desmitificó la idea de que la violencia de género esté directamente vinculada al consumo de alcohol o drogas. Basándose en estudios realizados por el Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (PACAM), mencionó que sólo un pequeño porcentaje de los agresores tenía antecedentes de consumo.
«No hay una relación causal entre el consumo de sustancias y la violencia. La violencia es una conducta aprendida y perpetuada por un sistema de creencias que normaliza el control y el maltrato sobre la mujer», afirmó.
Además, criticó el abordaje mediático de los feminicidios. Señaló que a menudo falta conciencia sobre el impacto de la información que se transmite. Considera que los medios de comunicación tienen una responsabilidad en la sensibilización de la sociedad. Es crucial en la creación de una cultura de cero tolerancias a la violencia de género.
Explicó el fenómeno de la violencia psicológica y cómo esta destruye la autoestima y autonomía de las víctimas. Esto las lleva a un estado de indefensión progresiva.
«El agresor mira la seguridad de la mujer, la aísla de su entorno, le hace sentir que no vale nada y que todo es su culpa», explicó. Destacó que muchas mujeres normalizan la violencia debido a creencias inculcadas por sus agresores, lo que les impide reconocer la situación y tomar decisiones que las alejen del peligro.
En tanto que la especialista hizo un llamado a fortalecer los programas de prevención, intervención y reeducación de agresores. También instó a dotar de mayores recursos al Ministerio Público para mejorar la persecución de estos delitos.
«No podemos seguir viendo estos casos como hechos aislados. Es un problema estructural que requiere un abordaje integral y coordinado», finalizó.