REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Profesores universitarios de Sri Lanka salieron a las calles este jueves para protestar contra los requisitos del plan de rescate financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras la nación sigue en una profunda crisis económica con una caída del producto interior bruto (PIB) del 7,8 % en 2022.
La Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios (FUTA) salió a las calles por segundo día consecutivo «contra la opresiva política de impuestos del Gobierno sin escrúpulos», resistiéndose a abandonar las calles después de la huelga masiva de trabajadores del sector estatal de ayer.
La mayor parte de los sindicatos desconvocaron hoy las manifestaciones, a petición de las autoridades, pero el presidente de FUTA, Shyama Banneheka, afirmó a EFE que «no vemos motivo para hacerlo porque no hemos recibido una solución concreta a nuestras demandas».
Entre manifestaciones frecuentes y un esperado rescate del FMI que no acaba de llegar, el Departamento del Censo y Estadística de Sri Lanka reveló el pasado miércoles que el PIB del país cayó un 7,8 % en 2022.
El sector industrial, con un declive del 16 %, y el agrario, que registró una disminución del 4,6 %, se encuentran entre los más afectados. El departamento estimó la caída del PIB en el cuarto trimestre de 2022 en un 12,4 % frente al crecimiento del 1,4 % registrado en el mismo periodo del año anterior.
La economía esrilanquesa creció un 3,3 % en 2021 y el país soñaba con una recuperación económica tras la pandemia del coronavirus, que afectó a la vital industria del turismo, pero una serie de erradas políticas fiscales y el altísimo endeudamiento desencadenaron la peor crisis económica desde su independencia.
«Esto se debe sobre todo por el empeoramiento de la crisis y por la agitación social y de la juventud que comenzó a principios de 2022», dijo el departamento gubernamental.
Sri Lanka solicitó la asistencia del FMI en marzo del año pasado para luchar contra la peor crisis financiera que afronta desde su independencia del Imperio británico en 1948.
El Gobierno tiene la esperanza de que el programa sea aprobado a finales de este mes, después de China se ofreciera la semana pasada a facilitar garantías al organismo financiero para la reestructuración de su deuda.
La nación asiática tiene un endeudamiento de unos 6.000 millones de dólares anuales para los próximos cinco años, diez veces más que las reservas en divisas disponible por el momento.