Londres.- El primer ministro británico, Keir Starmer, dijo este jueves que Estados Unidos reducirá del 27,5 % al 10 % los aranceles sobre las exportaciones de hasta 100.000 vehículos del Reino Unido y a cero las de acero y aluminio.
«Este acuerdo histórico beneficia a las empresas y a los trabajadores británicos, al proteger miles de empleos en sectores clave, como la fabricación de automóviles y la siderurgia», afirmó Starmer, al anunciar el acuerdo comercial entre los dos países durante una visita a la planta de Jaguar Land Rover en Solihull (centro de Inglaterra).
Previamente, el primer ministro intervino por teléfono en el acto en la Casa Blanca estadounidense en el que el presidente Donald Trump presentó el pacto, que ambos calificaron de histórico.
Starmer precisó en su rueda de prensa que esa cuota de 100.000 vehículos anuales es aproximadamente lo que el Reino Unido exportó a EE.UU. en 2024.
El jefe del Ejecutivo señaló que la industria siderúrgica británica ya no se verá afectada por aranceles, después de que los negociadores británicos consiguieran que fuera eximida de las tarifas del 25 % que Washington aplica a otros territorios.
Sin embargo, la Casa Blanca precisó que EEUU mantiene aranceles de 10 % a la mayoría de productos británicos.
Según indicó Downing Street en un comunicado, el Reino Unido y Estados Unidos han acordado además «un nuevo acceso recíproco al mercado de la carne de vacuno», con un cupo libre de aranceles de 13.000 toneladas métricas para los ganaderos británicos.
En esa nota, se precisa que esta medida, calificada como «una ganancia para las dos partes», no significará que Londres rebaje sus estándares alimentarios, una de las principales preocupaciones del sector ganadero en el Reino Unido.
El Gobierno británico también eliminará el arancel al etanol importado de Estados Unidos, que se utiliza para producir cerveza, señaló el Gobierno.
Downing Street subrayó que el Impuesto sobre Servicios Digitales, que afecta a las grandes tecnológicas estadounidenses, «se mantiene sin cambios», en lugar de reducirse, como algunos diputados temían en el Reino Unido.
En su lugar, ambas administraciones han acordado trabajar en un acuerdo comercial digital que, según Londres, simplificará la burocracia para las empresas británicas que intenten exportar a Estados Unidos.