Beirut. – El número de muertos por la nueva oleada de explosiones en aparatos de comunicación ocurrida este miércoles en el Líbano asciende ya a 14 y el de heridos a más de 450, informó el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud Pública libanés.
El último balance de víctimas a causa de «la oleada de hoy de agresivas explosiones contra aparatos inalámbricos» se sitúa en 14 fallecidos y más de 450 heridos, según un comunicado del departamento gubernamental, que ya había avisado de que el traslado de heridos hacia hospitales estaba casi completado.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, también confirmó no mucho después del incidente en declaraciones a la prensa que el flujo de víctimas a los hospitales se había ralentizado ya.
«Durante mi visita hoy al Ministerio de Sanidad nos llegó la noticia de las nuevas explosiones y vimos con nuestros propios ojos cómo los hospitales operaron. Menos heridos están llegando a los hospitales, casi han parado (de llegar)», afirmó el dirigente, al condenar este «crimen colectivo».
Por su parte, la Defensa Civil libanesa informó en un comunicado de que sus equipos participaron en la extinción de incendios desencadenados en decenas de inmuebles y vehículos en el oriental Valle de la Bekaa, el sur del país o los suburbios meridionales de Beirut.
Según su recuento, solo en la provincia meridional de Nabatieh ardieron 60 viviendas y establecimientos, así como 15 coches y decenas de motocicletas a causa de las explosiones de «aparatos inalámbricos y lectores de huellas dactilares».
También se registraron fuegos en menor medida en las demarcaciones administrativas de la Bekaa (este), Baalbek-Hermel (este) y Sur del Líbano, así como en los suburbios meridionales de Beirut, todos ellos bastiones del grupo chií libanés Hizbulá.
La nueva oleada de deflagraciones se produjo apenas 24 horas después de que otra originada en miles de buscapersonas en manos de miembros de Hizbulá causara doce muertos y 2.800 heridos también en regiones controladas por el movimiento, según el último balance oficial.
El ataque del martes fue atribuido a Israel y también causó víctimas civiles, entre ellas dos niños que perdieron la vida.