Roma.- El vicepresidente y ministro de Exteriores de Italia, Antonio Tajani, aseguró este martes que Jair Bolsonaro «no ha pedido nunca la nacionalidad italiana», después de que un diputado haya presentado una consulta urgente al Gobierno sobre la posibilidad de que el expresidente brasileño quiera viajar a Italia con su familia.
Bolsonaro «no ha pedido nunca la ciudadanía italiana y no me consta que pueda obtenerla», dijo el jefe de la diplomacia italiana en la emisora Radio1.
«Luego hay leyes del Estado» que establecen quién «tiene derecho a pedirla» y puede obtenerla, porque «no es una elección personal», subrayó.
La declaración de Tajani se produce después de que este lunes Angelo Bonelli, coportavoz de Europa Verde y diputado de Alianza Verdes Izquierda, presentara una consulta urgente para Tajani en el Parlamento alegando que hay informaciones que aseguran que Bolsonaro tiene la intención de pedir la nacionalidad italiana.
«El Gobierno italiano debe ser claro: nada de nacionalidad para los hijos de Bolsonaro y el expresidente. No se concederá a los partidarios de los golpistas», dijo Bonelli, al destacar que según informa el semanario Istoè, él y toda la familia tiene «la intención de obtener la nacionalidad en la Embajada en Brasilia y venir a Italia lo antes posible».
Bonelli recordó que «Bolsonaro está en Florida (EE. UU.) desde el 31 de diciembre de 2022 y desde el 1 de enero ya no tiene inmunidad y hay varias medidas judiciales pendientes contra él», en una nota, en la que aseguró que la alcaldesa de la Liga de Anguillara Veneta concedió la ciudadanía honoraria a Bolsonaro, lo que ha recurrido su partido ante la Justicia.
El resto de formaciones de la oposición parlamentaria han insistido también en la necesidad de «una intervención más clara» del Gobierno contra lo ocurrido el pasado domingo, cuando miles de seguidores de Bolsonaro invadieron las principales sedes institucionales de Brasil antes de ser desalojados por la policía, que recuperó su control horas más tarde.
El principal grupo opositor, el Partido Demócrata (PD), exigió la comparecencia del Gobierno en el Parlamento italiano, del que debe emanar «una fuerte solidaridad con la democracia y el pueblo brasileño», mientras el Movimiento 5 Estrellas pidió «un apoyo inequívoco al presidente Da Silva».
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, había calificado de «inaceptable e incompatible con cualquier forma de disidencia democrática» la invasión, antes de añadir: «Lo que está pasando en Brasil no puede dejarnos indiferentes. Las imágenes de la irrupción en los cargos institucionales son inaceptables e incompatibles con cualquier forma de disidencia democrática».