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Tierna historia de “Fray Bigotón”: de perro abandonado a monje franciscano

Tomando en cuenta que el fundador de los monjes franciscanos es San Francisco de Asís, santo de los animales y el medioambiente, no es raro que los monjes de un convento franciscano que se encuentra en Bolivia hayan decidido a adoptar a un pequeño perrito que vivía en la calle y que no tenía hogar.

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REDACCIÓN.- “Su vida es jugar y correr. Aquí todos los hermanos lo quieren mucho. Es una criatura de Dios”.

Tomando en cuenta que el fundador de los monjes franciscanos es San Francisco de Asís, santo de los animales y el medioambiente, no es raro que los monjes de un convento franciscano que se encuentra en Bolivia hayan decidido a adoptar a un pequeño perrito que vivía en la calle y que no tenía hogar.

El monasterio franciscano de Cochabamba que se encuentra en Bolivia anunció hace poco a través de Facebook que desde ahora en adelante tendrían un nuevo y especial miembro: Fray Bigotón o Carmelo, como le dicen algunos. Así fue como bautizaron a este hermoso Schnauzer que ahora corretea feliz por el convento.

Como lo consideran uno más del convento le consiguieron un hábito justo para su tamaño que Fray Bigotón parece llevar sin problemas.

El fray Jorge Fernández le aseguró al medio The Dodo que todos en el convento lo quieren mucho:

“Su vida es jugar y correr. Aquí todos los hermanos lo quieren mucho. Es una criatura de Dios”.

La adopción de Fray Bigotón fue posible gracias a un grupo animalista boliviano llamado Proyecto Narices Frías, que le busca hogar a animales en situación de calle. Los monjes esperan que la historia de Bigotón sirva de ejemplo para que otros monasterios se decidan a abrir sus puertas a animales que necesitan un hogar:

“Si tan sólo todas las iglesias del país pudiesen adoptar un perro y cuidarlo como lo hacemos con Fray Bigotón”.

De seguro que Fray Bigotón tendrá una vista muy tranquila y próspera en el monasterio, y tú puedes hacer lo mismo por algún perro que viva en la calle. El amor es demasiado grande como para no compartirlo con ellos.

Fuente: http://www.upsocl.com

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