Puede ayudar a recomponer la imagen del Ministerio Público el sometimiento de una diputada del PRM acusada de lavar RD$2,593 millones del narcotráfico. Las autoridades alegan que la legisladora depositó esa enorme cantidad como parte de una red encabezada por su esposo.
Ojalá este expediente y su procesamiento estén mejor organizados que los de exfuncionarios detenidos injustamente mientras los tribunales se acogotan por acusaciones con miles y miles de páginas. Para hacer justicia y sentenciar penas, no hace falta más que identificar el ilícito tipificado y aportar las pruebas necesarias. La verborrea judicial entorpece más que facilitar cualquier juicio.
Quiera Dios que no ocurra como cuando juzgaron en la Suprema Corte a Félix (ese mismo), pues así sería vergonzoso porqué es encartada aquí en vez de empaquetarla a la DEA y el Departamento de Justicia. Lo que más conviene al Gobierno o cualquier funcionario a quien el narco pretenda apretarle el pichirrí, es que este y los demás casos de alto perfil sean juzgados con la mayor transparencia, competencia procesal de fiscales y falta de miedo de jueces. Los timbales arriba dan fuerzas abajo.