REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Entró por la chimenea y no era Papá Noel. Se trata de un delincuente que no pudo robar, porque se quedó atorado.
Era un joven de 17 años, a quien encontró la hija del dueño de la casa, ubicada en el barrio la Horqueta, de San Isidro en Argentina, cuando escuchó los gritos de auxilio.