Quito, Ecuador. No hubo bailarinas ni grandes coreografías, tampoco un exceso de piruetas ni movimientos de cadera en el concierto en Quito de David Bisbal, quien mostró su cara más reposada e íntima, pero sin olvidar su esencia latina.
‘Ricitos’ Bisbal, un apodo que hoy siguió luciendo con orgullo, actuó en la capital de Ecuador dentro de su gira «Siempre más», en un paréntesis de su tour acústico para deleitar con un espectáculo enérgico a unos 3.000 admiradores mayoría mujeres en Coliseu Rumiñauhi.
El artista multiplatino apareció con «Sin mirar atrás» y «Esclavo de sus besos», haciendo gala de su presencia escénica, dejando de lado el Bisbal melodramático.
El Bisbal más íntimo se entrevió en baladas como «Sueños rotos», «El ruido» o «Mi princesa», todas canciones de desamor, acordes con su reciente separación de Elena Tablada.
«Qué guapas son las niñas aquí», dijo Bisbal, echando leña al fuego en medio del concierto.
Ellas, le respondieron con una nube de confeti y pétalos.