SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Hoy es un día triste para la democracia de nuestro país. Dos reuniones paralelas del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, dos facciones en pugna desde hace más de un año y el panorama pinta feo, porque estos dos encuentros por separados solo agudizan el conflicto interno del partido más grande según los más recientes resultados electorales.
La avaricia por tener el control del Partido Blanco ha desenfocado a los líderes que han dejado a un lado a su rol de oposición. Lo he dicho en ocasiones anteriores y lo han repetido hasta la saciedad otros.
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Estos líderes se han ocupado de darle rienda suelta al partido de gobierno que hoy se sentaba en primera fila a ver este espectáculo, a reírse con la muela de atrás.
En vez de estar buscando culpables a lo externo del partido, deben mirar a lo interno, enfrentando con responsabilidad los problemas que arrastran. No hay peor ciego que el que no quiere ver dice el dicho. Pues bien, el PRD no quiere ver que su auto destrucción es una derrota para el país, una derrota para la democracia, y una victoria para sus adversarios. Qué triste no contar con un contrapeso, que triste no contar con una oposición que denuncie, que este vigilante de las acciones del gobierno. Tal vez recordemos este día como un jueves negro para la democracia dominicana. Hoy nadie ha ganado, todos hemos perdido.