x

¿“Todos/as… Haití”?

Escuchar el artículo
Detener

La impugnable sentencia del Tribunal Constitucional que posibilita quitarle nacionalidad y documentación dominicana a centenares de miles de descendientes de extranjeros/as, no es contra Haití. Es contra seres humanos, principalmente de ascendencia haitiana, que aman esta tierra y son tan dominicanos/as como tú y yo.

Mi abuelo/a paternos eran árabes-libaneses, vinieron con pasaportes turcos truqueados y se registraron con nombres no originales, al punto que el abuelo Antonio Isa no era ni Isa ni Antonio.

Si nos atenemos a la esencia de esa cruel sentencia, mi papá, Tony y yo, sus hijos y los míos, descendemos de “ilegales” y, entonces, deberían despojarnos de nuestra nacionalidad y documentos dominicanos.

Pero sucede que somos “blanquitos” y no provenimos de la inmigración haitiana.

Es claro que más allá de la población dominicana haitiano-descendiente, un gran sector de los/as dominicanos/as de hoy estamos en condiciones parecidas, procedemos de troncos familiares traídos o venidos de fuera. Nuestros habitantes originarios, llamados “indios”, fueron exterminados por invasores blancos.

Entonces, es fácil percatarse del carácter racista, neo-nazi, de esa sentencia, en un país donde el racismo y la xenofobia dominantes se expresan fundamentalmente contra la emigración negra de origen haitiano y contra su descendencia; al extremo de imponerle la declaración como “indios/as” en el registro de identidad a los/as dominicanos/as color café o café con leche claro u oscuro.

Como tal es una agresión contra una parte de nuestra sociedad, contra importantes componentes de la multicultural y multi-étnica identidad dominicana, diferenciada en no pocos aspectos de la haitiana. Es un crimen racista, anti-dominicano e inconstitucional.

De ahí que resulte improcedente y torpe enarbolar en este caso la consigna “TODOS/AS SOMOS HAITÍ”. Este conflicto no es entre las dos identidades nacionales que compartimos la isla.

No estamos frente una agresión a Haití para asumirnos tal con esa expresión de solidaridad simbólica con la víctima, como pudo hacerse certeramente a raíz de la intervención gringa a Vietnam o ante el asesinato de un luchador/a de cualquier nacionalidad: “Todos/as somos…”

Aquí todos/as necesitamos ser orgullosamente dominicanos/as y, por igual, en Haití todos/as haitianos/as, ambos pueblos empobrecidos y oprimidos por los imperialismos y los vende-patrias; no importa cuan negros, mulatos, blancos, amarillos, cobrizos y cruzados, podamos ser; no importa la ascendencia o procedencia original.

Pero aquí, ahora, una cúpula fascistoide quiere negarle su auténtica dominicanidad a una parte del pueblo negro y pobre. Esa es la pelea crucial.  Y es clave obligar anular esa horrible sentencia.

Comenta con facebook
Recientes
Contenido más reciente en Noticias SIN

Kamala Harris y Donald Trump queman sus últimos cartuchos para ganar Arizona

¡Continúa la violencia! Pandillas en Haití extienden su control sobre Puerto Príncipe

Comer menos puede alargar la vida, según un estudio

De acuerdo con investigación, TikTok sabía que era adictivo entre los adolescentes

Una de cada 5 adolescentes en RD es madre o está embarazada, dice Unicef

Cómo cuidar nuestra salud mental: claves para estar bien y sentirnos mejor

Zelenski se reúne con el papa en el Vaticano y le regala un óleo sobre masacre de Bucha

Harris se acerca a los votantes latinos indecisos sin comprometerse con los indocumentados