Una auditoría realizada por la Contraloría reveló graves irregularidades financieras y administrativas en el proceso de contratación del INTRANT a la empresa Transcore Latam, para gestionar el tráfico y la red de semáforos del Gran Santo Domingo.
La auditoría consigna que, a pesar de que Transcore Latam entregó una factura millonaria por alegadamente haber cumplido el 90% de lo establecido en el contrato, en la práctica solo ejecutó un 20% de lo acordado.
Según el documento, en enero de este año el proveedor remitió al director ejecutivo interino, coronel Randolfo Rijo Gómez, la factura número No. B1500000001, por valor de RD$1,011,069,340.00 y un itbis de RD$181,992,481.20, para un valor total de RD$1,193,061,821.20.
La empresa, en otra factura, incrementó el nivel de ejecución, utilizando el mismo número de comprobante fiscal, monto y conceptos diferentes.
De acuerdo con la investigación, el contenido de las informaciones plasmadas en otra factura, número B150000000, estaba de manera generalizada, lo que dificultó poder costear los bienes facturados.
El concepto de esta factura era entrega de Hito 2: equipos de comunicación e Hito 3: equipos recibidos y comprobados, correspondiente a los servicios brindados durante los períodos agostos, septiembre y octubre de 2023. Los documentos de soporte solo están firmados por TRANSCORE LATAM, S.R.L.
El documento concluye que “considerando estos puntos en porcentaje general de terminación de este proyecto, no se puede garantizar más allá de un 20 % de ejecución del contrato. Todos los elementos se encuentran incompletos y ofreciendo pocas garantías de una buena y eficiente operatividad”
Y analiza que recibir lo ejecutado hasta este punto representaría una reinversión similar o superior en costos a lo que se está facturando actualmente para poder readecuar la implementación como el contrato lo requiere.
Uno de los hallazgos establece que el INTRANT no tenía control del nivel de ejecución, ni contaba con un listado de las intersecciones. Por tal razón, para hacer la fiscalización, los auditores se vieron precisados a recibir información directamente del proveedor (Transcore) tanto en campo como en sus almacenes.