Por Héctor De La Cruz
SANTO DOMINGO.- Al comenzar el año nuevo y luego del confinamiento, los residentes en los barrios del Gran Santo Domingo aprovecharon desde tempranas horas para disfrutar de sus tradicionales caldos en las calles, felicitarse y pasar tiempo entre amigos.
Al recordar que el toque de queda comenzaba este viernes a las cinco de la tarde, afirmaron que se vieron obligados a levantarse temprano para poder iniciar con su tradición de dar la bienvenida al año nuevo con una trago ya que hay poco tiempo sin restricciones a la movilidad.
Un romo desde temprano, el recuentro entre amigos y un sancocho compartido en la calle generaron el ambiente matinal.
“Yo arranque en el chupeteo a las 10 de la mañana porque el toque de queda es más temprano”, dijo Ana Rosario, ama de casa.
Los nuevos horarios del toque y la prohibición a la venta de bebidas embriagantes a cierta horas, implantados para contener la aceleración de la pandemia, no representaron ningún impedimento a las reuniones de amigos.
“Yo tuve que levantarme más temprano para poder bebe, para poder volver a mi casa porque ya el toque de queda es ahorita”, expresó María Medina, ama de casa.
Pero no todos se levantaron temprano, como lo demuestra la somnolencia con la que amaneció la capital tras los festejo de la Noche Vieja. Mientras las avenidas lucía desoladas, choferes del transporte colectivo se quejaron por la falta de pasajeros.
“Esta rebajado a un 85 por ciento menos que el año pasado, mire cómo están los carros que duran hasta una hora y pico para conseguir cuatros pasajeros” manifestó el chofer Rafael Richie.
Otro escenario desolado fue el malecón de Santo Domingo, que debido a las nuevas restricciones no recibió a los cientos de personas que tradicionalmente se agolpaban para ser testigos del primer amanecer del año.
Las nuevas medidas sanitarias provocaron que las personas salieran a celebrar en año nuevo apenas salió el sol.
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