Por Gabriela Andujar
SANTO DOMINGO.- Luego del deceso de tres personas sepultadas por el colapso del muro de una ferretería en Baní, que destruyó varias viviendas, vecinos de la zona temen que la inestabilidad del inmueble provoque nuevos derrumbes, mientras peritos aún evalúan las causas del siniestro.
La tragedia en la que perecieron tres miembros de una familia mantiene con temor e incertidumbre a los residentes de Villa Carmen, en Baní.
Don Beato Romero, pariente de las víctimas, asegura que tras 20 años de vivir en la zona, ahora prefiere mudarse ante el miedo a un nuevo derrumbe.
Romero insiste que hace dos años, cuando la empresa ferretera levantó el muro, él y otros vecinos se opusieron y manifestaron sus dudas sobre la viabilidad del proyecto, pero la compañía hizo caso omiso.
Mientras brigadas recogían este lunes los escombros del muro sobre las tres casas que quedaron sepultadas el sábado, miembros del Ministerio de Obras Públicas evaluaban los daños y los vecinos buscaban albergue con allegados.
Aunque representantes de la ferretería ofrecieron apoyo a los familiares, el hijo de una de las víctimas insiste en la necesidad de profundizar la investigación para determinar a los responsables.
Tanto familiares de las víctimas como representantes de la ferretería esperan que los expertos concluyan con el levantamiento para determinar lo que provocó el deslizamiento.