WHASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está estudiando la posibilidad de quitarle el permiso de acceso a información confidencial a seis exfuncionarios a los que ahora considera sus enemigos políticos, entre ellos el exdirector del FBI James Comey y el exjefe de la CIA, John Brennan.
Así lo aseguró hoy la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, quien justificó la posible medida como una respuesta a la supuesta «politización» de los cargos que asumían esos exfuncionarios en el pasado.
«Han politizado y en algunos casos monetizado su servicio público y (la información obtenida gracias a) su permiso de acceso a datos confidenciales», dijo Sanders en una conferencia de prensa.
«Hacer acusaciones infundadas sobre contactos indebidos con Rusia, o dejar que Rusia influya en ellos y los ponga en contra del presidente es extremadamente inapropiado, y el hecho de que quien haga estas denuncias sea gente con permisos gubernamentales otorga una legitimidad inadecuada a esas acusaciones, sobre las que no hay ninguna prueba», agregó.
Cinco de los seis exfuncionarios que mencionó Sanders como posibles afectados trabajaron bajo el mandato del expresidente Barack Obama (2009-2017), y uno de ellos bajo el de George W. Bush (2001-2009): Michael Hayden, que fue director de la CIA entre 2006 y 2009.
De entre quienes trabajaron para Obama, podrían perder ese privilegio Comey, Brennan, el exdirector de inteligencia nacional James Clapper; la exasesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Susan Rice; y el ex «número dos» del FBI, Andrew McCabe.
Todos ellos han criticado las acciones de Trump o han defendido a las agencias de inteligencia ante los ataques del mandatario.
Sanders defendió la posible medida al asegurar que a Trump «no le gusta que esa gente esté politizando agencias y departamentos que se supone que no deben ser políticos».
Uno de los afectados, Clapper, interpretó la posible medida como «una forma ruin de represalia por criticar al presidente».
«Si (Trump) decide hacerlo por razones políticas, creo que es un precedente terrible, algo muy triste y un abuso del sistema», indicó Clapper a la cadena CNN.
El exfuncionario explicó que, para él, tener el permiso de acceso a información confidencial es básicamente «una cortesía» por su servicio pasado, dado que él ya no recibe «ningún informe» que incluya los datos secretos que maneja ahora el Gobierno de Trump.
Sanders hizo su anuncio después de que el senador republicano Rand Paul se reuniera con Trump y tuiteara que el presidente debería quitarle ese permiso a Brennan, porque la semana pasada este usó la palabra «traición» para referirse al comportamiento del mandatario en su reciente cumbre con el presidente ruso, Vladímir Putin.