Washington.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este jueves que quiere «hacer algo» para evitar que los migrantes que laboran en la agricultura y en el sector hotelero sean expulsados del país si se encuentran en situación migratoria irregular.
Las declaraciones de Trump llegan en medio de una ola de protestas en Los Ángeles, donde las recientes redadas de la policía de inmigración han encendido la tensión. Las manifestaciones, algunas marcadas por enfrentamientos con las fuerzas del orden, comenzaron tras arrestos efectuados en el estacionamiento de una tienda.
El sindicato United Farm Workers (UFW) denunció que se han llevado a cabo operaciones similares en zonas agrícolas del sur de California, intensificando el temor entre trabajadores del campo.
Durante un acto en la Casa Blanca, Trump reconoció que los agricultores están siendo “muy perjudicados” por estas acciones. “Tienen muy buenos trabajadores. Han trabajado para ellos durante 20 años. No son estadounidenses, pero han resultado ser geniales, y vamos a tener que hacer algo al respecto”, dijo a los periodistas.
El presidente adelantó que se emitirá una orden ejecutiva “bastante pronto” y subrayó la necesidad de actuar con “mucho sentido común”. A su juicio, al expulsar a estos trabajadores, el país corre el riesgo de “terminar contratando a delincuentes que han entrado” a Estados Unidos.
Aunque Trump prometió en campaña que priorizaría la deportación de migrantes con antecedentes penales, su administración también ha apuntado a trabajadores, personas con visas vencidas y quienes ingresaron con permisos humanitarios.
Datos del Departamento de Agricultura de EE.UU. indican que alrededor del 40% de los obreros agrícolas no tienen permisos de trabajo válidos. Según medios estadounidenses, la Casa Blanca ha ordenado incrementar el número de expulsiones hasta alcanzar las 3.000 personas al día.
Recibe las últimas noticias en tu casilla de email