Lucía Leal
WASHINGTON, Estados Unidos.- El presidente de EE.UU., Donald Trump, dejó hoy clara su sintonía con la primera ministra británica, Theresa May, quien buscó acercar posturas con él en lo relativo al apoyo estadounidense a la OTAN y la conveniencia de mantener, por ahora, las sanciones que ambos países impusieron a Rusia en 2014.
Mientras los medios estadounidenses especulaban sobre si podían convertirse en los nuevos Ronald Reagan y Margaret Thatcher, Trump recibió en la Casa Blanca a la líder británica, la primera dirigente extranjera en visitarlo desde que asumió el cargo hace una semana.
«Hoy Estados Unidos renueva sus profundos vínculos con el Reino Unido, tanto militares como financieros, culturales y políticos. Tenemos unos de los grandes vínculos (que existen). Prometemos nuestro duradero apoyo a esta muy especial relación», dijo Trump en una conferencia de prensa conjunta después de la reunión bilateral.
Esa «relación especial», como se conoce tradicionalmente el contacto entre Estados Unidos y su aliado británico, se ha visto reforzada por el apoyo sin tapujos de Trump al «brexit», el proceso que May capitanea para que el Reino Unido salga de la Unión Europea (UE) antes de finales de 2019.
«Creo que el ‘brexit’ va a ser algo maravilloso para su país», aseguró Trump a May.
«Creo que cuando concluya, ustedes van a tener su propia identidad y van a tener a la gente que quieran en su país, y van a poder cerrar acuerdos de libre comercio sin que alguien esté vigilando lo que están haciendo», agregó.
Trump ha expresado su rechazo a los acuerdos de comercio multilaterales, pero se ha mostrado dispuesto a cerrar tratados comerciales con países individuales, y May llegó a Washington con el objetivo de ser la primera en alcanzar un arreglo de ese tipo con el nuevo líder norteamericano.
«Estoy segura de que un acuerdo comercial entre EE.UU. y el Reino Unido está en el interés nacional de los dos países», afirmó May, quien aseguró que ambos países pretenden «iniciar de inmediato conversaciones de alto nivel» sobre ese tratado.
La conservadora May, quien a su llegada este jueves a Estados Unidos argumentó que lograría llevarse bien con Trump porque «a veces, los opuestos se atraen», quiso aprovechar su visita para rebajar las tensiones que el nuevo presidente estadounidense ha generado con el continente europeo y con la OTAN.
«Señor presidente, creo que usted me ha dicho que respalda a la OTAN al 100 %», aseguró May, ante lo que Trump articuló con los labios, sin emitir sonido, la palabra «cierto».
Trump ha acusado en numerosas ocasiones a la OTAN de estar «obsoleta», y la primera ministra británica quiso reconocer las preocupaciones de su aliado al destacar la necesidad de que la Alianza dedique más recursos a la lucha contra «el terrorismo y las amenazas cibernéticas».
Los dos líderes también se mostraron de acuerdo sobre la necesidad de mantener las sanciones impuestas a Rusia por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) por sus acciones en Ucrania, aunque May fue más enfática que Trump al respecto.
«Es demasiado pronto para hablar de eso», se limitó a indicar Trump, cuya asesora Kellyane Conway había asegurado unas horas antes que la Casa Blanca tenía «bajo consideración» la posibilidad de levantar las sanciones a Moscú.
May, por su parte, indicó que «las sanciones a Rusia deben continuar», y agregó que su país seguirá «manteniendo esa posición dentro de la UE», a pesar de su intención de abandonar el bloque.
Durante su reunión en el Despacho Oval, los dos líderes posaron junto al busto de Winston Churchill (primer ministro británico en 1940-1945 y 1951-1955) que Trump decidió devolver a esa sala después de que su predecesor, Barack Obama, lo reemplazara por uno del líder de los derechos civiles Martin Luther King.
«Es un gran honor tener de vuelta a Winston Churchill», aseguró Trump, quien recibió como regalo de May un «quaich» grabado -un cuenco escocés que simboliza amistad-, además de un cesto con productos típicos ingleses para la primera dama, Melania Trump.
Además, May anunció que Trump, cuya madre nació en Escocia, ha aceptado una invitación de la reina Elizabeth II de Inglaterra para hacer este año una visita de Estado al Reino Unido.
«Creo que nos vamos a llevar muy bien», aseguró Trump a May durante la conferencia de prensa.
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