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Batalla Electoral 2024

Tucano con una inteligencia social y política vulgar

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Fernando-sibilioQuerer circunscribir el soborno escandaloso en la compra de los Aviones Tucano, a una lucha de poder, entre Leonel Fernández y Danilo Medina, dentro del Partido de Gobierno, es una barbaridad, pues con esto se busca degradar y simplificar la realidad de un hecho, que más que un conflicto de intereses, es un delito y un crimen contra el Estado Dominicano.

Sería bueno pensar en unos delitos, perpetrados por unas personas que decidieron colocarse al margen de la ley, con el fin de permitirse actuar con toda la libertad, en aras de satisfacer sus deseos, sin tener que rendir cuenta a nadie. Nombrar a un General como Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aerea Dominicana y dos años más tarde, volver a violar la ley orgánica ascendiéndole a Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, es una acción que responde más a motivaciones de grupo, que a razones subjetivas.

Necesita la opinión pública y los grupos interesados en desviar la atención, centrar la conflictividad entre Danilo y Leonel. Para ello, en lugar de cuestionar o pedirle cuentas a Leonel Fernández, por este acto delictivo y criminal, optan por cuestionar el desempeño procesal del Ministerio Público.

Confunden los planos de competencia penal, pues los culpables son quienes cometieron este crimen, este robo al Estado, en modo alguno, quienes persiguen a los criminales. Estamos ante hechos punibles, una situación muy distinta a las denuncias de Quirino Ernesto Castillo. Es que en la compra de estas naves, se cometieron irregularidades: En los precios, en su estado físico, en la compra de los radares y en la efectividad de su uso.

Hablar de chantaje y de justicia selectiva, como argumentan seguidores de Leonel Fernández, profesionales del derecho y dirigentes, inclusive del Partido Revolucionario Moderno, un partido que se define de opositor, pretender el olvido genealógico y la etimología social, política, jurídica y económica de este hecho.

Pretenden, con argumentos informales y con generalizaciones, transmitir a la población y a la sociedad una fe apodíctica en su gestión de gobierno. Frente a su falta de inteligencia para enfrentar a Danilo, optan por la servidumbre masoquista a Leonel Fernández, por liberar al expresidente de responsabilidad en sus propias acciones, y lo que es peor, que por el miedo y el desamparo que sienten frente a Danilo, quieren convencernos de que Leonel Fernández es la otra cara de la libertad.

Inhibir las capacidades intelectuales y cognitivas de la población y la sociedad, ha sido la gran obra de estos grupos operativos del poder político y social, en los últimos 20 años. Por ello el descenso en la auto-observación y en la autoevaluación ciudadana y social de las instituciones civiles y en la ciudadanía. A esto obedece esa desinhibición, tolerancia social, cívica y ciudadana frente a las inconductas generalizadas que se expresan en el Estado, en el poder político y social y en la sociedad.

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