REINO UNIDO.- El complejo hotelero de lujo con campo de golf Turnberry, en el suroeste de Escocia y propiedad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, registró unos 3,84 millones de euros de pérdidas en 2017, lo que supone encadenar cuatro años consecutivos de malos resultados.
De acuerdo con los resultados presentados por Golf Recreation Scotland, la empresa matriz de SLC Turnberry, esta cifra es significativamente menor a los 17,6 millones de libras (unos 20 millones de euros) que se reportaron en 2016, después de que el complejo estuviera cerrado seis meses por obras de remodelación.
En total, según la fuente, desde que Trump adquirió el establecimiento de lujo en 2014, las cuentas han tenido un saldo negativo de 33 millones de libras (unos 37 millones de euros).
Además de este majestuoso complejo ubicado en la costa de la región de Ayrshire, Trump posee otro establecimiento con campo de golf en Escocia, el MacLeod House & Lodge Hotel, situado en el extremo oriental.
En el informe sobre las cuentas del negocio, el hijo del presidente y director de la entidad, Eric Trump, aseguró que los expertos prevén que el complejo «logre rentabilidad por primera vez en diez años en el corto y mediano plazo».
«Se espera que los ingresos sigan aumentando en los próximos años a medida que la propiedad se restablezca como un complejo líder en la industria», señaló Eric Trump.
En enero pasado, un día antes de tomar posesión como presidente de EEUU, Trump renunció a la dirección de cinco compañías, entre ellas Golf Recreation Scotland, registrada en Aberdeen (Escocia), Trump International Golf Club Scotland, inscrita en Edimburgo, y SLC Turnberry, con sede en la región escocesa de Ayrshire.
Entonces, sus hijos Donald Junior y Eric tomaron las riendas de parte de sus negocios.
El 13 y 14 de julio pasado, Trump y su esposa Melania se alojaron en el Turnberry para disfrutar de un fin de semana privado, que el jefe de la Casa Blanca dedicó a la práctica de golf y que siguió a la visita de trabajo que realizó a Londres.