ANKARA.- El Parlamento de Turquía, dominado por el partido islamista del presidente Recep Tayyip Erdogan, prorrogó este martes, por dos años, el mandato que permite enviar fuerzas militares al extranjero y que sirve de amparo legal a las intervenciones en Siria e Irak.
La moción autoriza al Gobierno a enviar tropas al norte de Irak y a Siria para «defender la frontera meridional» de Turquía, y se votó en esta forma por primera vez en 2012, tras estallar la guerra civil en Siria.
Desde 2007 ya existía un mandato, también renovado anualmente, que permitía enviar soldados al norte de Irak para combatir al proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda activa en Turquía.
En 2013 se fusionaron ambos textos y la autorización se fue prorrogando anualmente solo con el voto en contra del izquierdista Partido Democrático de los Pueblos (HDP), tercera fuerza en el Parlamento y defensora del movimiento kurdo.
Este año también se ha opuesto la principal formación opositora, el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP), preguntando por qué esta vez se pide un mandato de dos años, en lugar de los 12 meses habituales.
Salvo que se adelanten, las próximas elecciones legislativas y presidenciales se celebrarán en junio de 2023, y el CHP teme que el mandato de enviar tropas podría aprovecharse para lanzar una «aventura militar» en Siria poco antes, con el fin de utilizar el patriotismo en la campaña electoral.
Turquía mantiene actualmente un reducido número de comandos militares en el norte de Irak, en una franja cercana a su frontera, para luchar contra puestos de retaguardia del PKK.
Pero además tiene desplegado importantes contingentes con armamento pesado en una franja fronteriza del noreste de Siria y en una amplia región del noroeste, que abarca desde el río Éufrates hasta el cantón kurdo de Afrin y la provincia de Idlib, la única de Siria aún bajo control de las milicias islamistas alzadas en armas contra el régimen de Damasco.