Un “ascenso seco” en el trabajo: ¿lo aceptarías?

Para las organizaciones, es fundamental reconocer el valor de sus empleados y buscar formas de compensar adecuadamente las promociones.

REDACCIÓN. – En el entorno laboral actual, ha surgido una práctica conocida como «promoción seca» o «dry promotion», cuando los empleados reciben ascensos a puestos con mayores responsabilidades sin un incremento salarial correspondiente. ¿Estarías dispuesto a aceptarlo?

Esta tendencia ha generado debates sobre sus implicaciones y la mejor manera de abordarla.

Una «promoción seca» es la situación es cuando un empleado es ascendido a un puesto superior, asumiendo más responsabilidades, pero sin recibir un aumento en su salario.

Este fenómeno puede deberse a diversas razones, como restricciones presupuestarias de la empresa o políticas internas que limitan los incrementos salariales.

Preferencias de los empleados

Curiosamente, una encuesta realizada por la consultora Korn Ferry reveló que el 63% de los profesionales preferiría obtener un ascenso sin aumento salarial antes que recibir un incremento de sueldo sin promoción. Esto sugiere que muchos valoran el reconocimiento y las oportunidades de desarrollo profesional que conlleva un ascenso, incluso sin una compensación económica inmediata.

Consideraciones al aceptar una promoción sin aumento salarial.

Aceptar un ascenso sin incremento salarial es una decisión que requiere una evaluación cuidadosa. Es esencial analizar aspectos como la posibilidad de adquirir nuevas habilidades, el alineamiento con el plan de carrera personal y las oportunidades futuras que el nuevo puesto pueda ofrecer. Además, es recomendable negociar otros beneficios no salariales que puedan compensar la falta de aumento, como horarios flexibles, capacitación adicional o días de trabajo remoto.

Para las organizaciones, es fundamental reconocer el valor de sus empleados y buscar formas de compensar adecuadamente las promociones. Si un aumento salarial no es viable, se pueden ofrecer beneficios adicionales que mejoren la satisfacción y retención del talento, como seguros de salud complementarios, programas de formación continua o políticas de flexibilidad laboral.