La Semana Santa es una época para el recogimiento y reflexión profunda. Es para detenernos a darnos un baño espiritual de principios cristianos, para acercarnos a Dios, imitar su hijo Jesús y ayudar al prójimo. Las iglesias y movimientos cristianos aprovechan esta pausa del diario vivir, para enviar lluvias de mensajes, para poner sobredosis de amor en los corazones, para enfatizar la importancia de la humildad, generosidad, del compartir con los demás.
La Semana Santa invita a recordar que en la vida estamos de paso; que es una y termina; que amar a Dios no es solo ir al templo y orar, es predicar con el ejemplo; que podemos compartir alimentos con los pobres, abrir la mente de los ricos, enderezar su camino, luchar por la justicia social !Jamás ser indiferente a las necesidades del pueblo!!
“Recordad que polvo sois y en polvo os convertiréis” Lo material termina. Perdura lo espiritual, la íntima satisfacción del deber cumplido, dar de lo poco o mucho que tenemos. El compartir genera un valioso tesoro: paz interior. Al punto de que vemos con lástima y preocupación los que se empeñan en acumular poder y riquezas, para deslumbrar.
La cuaresma es una ocasión para recuperar la auténtica relación con Dios. Es para imitar a Jesús, tomando el camino del amor, del perdón, la comprensión, del compartir. Con su vida, pasión, muerte y resurrección, nos advierte que hay pecados y demonios que solo se echan del YO interior y la sociedad, limpiando con coraje ¡sacando los mercaderes del templo!
Los males se expulsarán cuando cada uno decida hacerlo, no solo con ayunos, oraciones, penitencias, sino también abriendo puentes a los valores cristianos, con pasos firmes rumbo a ellos, para que el Señor conceda una “renovada experiencia de misericordia”
Durante estos días, reflexionemos sobre la vida de Jesús, para que nuestras oraciones lleguen al Padre Celestial y se vuelquen en bendiciones.
Exhorto a los lideres políticos, empresarios, a los poderosos, que dejen de pensar en el bienestar de un grupo y den lecciones ejemplares en pro de la mayoría. ¡Basta de utilizar, manipular y explotar los infelices! Eviten provocar la ira divina. Papá Dios observa…. y enojado o dando pellizcos es muy, pero muy fuerte. Evitemos que se enoje.
En esta Semana Santa, tomemos la firme decisión de imitar a Jesús, de acercarnos a los pobres, de “sacar los mercaderes del templo” de luchar por una mejor distribución de las riquezas, para lograr una sociedad mas justa, equilibrada y humana, donde todos podamos vivir en paz, como verdaderos cristianos.