SANTO DOMINGO, República Dominicana.– Luego de un período ausentes de los lugares preponderantes en los medios informativos, y desplazados por la controversial sentencia que tiene a República Dominicana en la mira del mundo, los partidos políticos han vuelto a ocupar posiciones privilegiadas en la opinión pública, tras redoblar su activismo y sus enfrentamientos.
Lo curioso es que han vuelto a la carga justo en el momento en que la población dominicana enfoca sus actividades hacia la celebración de las pascuas de Navidad y Año Nuevo. Es una época en la que, por tradición, se pide una tregua a los grupos políticos, para desvincular una celebración con origen cristiano de las diatribas internas y entre partidos.
Los tres principales colectivos políticos del país y sus dirigentes empezaron a definir y ejecutar estrategias con miras a las elecciones presidenciales, legislativas y municipales de 2016, pero también para renovar sus estructuras dirigenciales.
Con la celebración de su plenaria general, el 24 de noviembre, el Partido de la Liberación Dominicana dio un repunte al activismo que se venía desarrollando para promover candidaturas al Comité Central de la organización. Máxime, cuando al final de la actividad del senador Félix Bautista anunció el despeque de una maquinaria que promueve al ex presidente Leonel Fernández como candidato del PLD para los comicios de 2016.
Con la sentencia del Tribunal Constitucional, del 26 de septiembre, las discusiones en el Partido Revolucionario Dominicano habían dejado de alcanzar titulares, al menos de primeras planas y apertura de noticiarios. Sin embargo, ya los ánimos retomaron los niveles anteriores.
Miguel Vargas Maldonado, presidente del partido, reinauguró este 5 de diciembre la casa nacional del partido blanco y develizó una estatua del extinto líder perredeísta José Francisco Peña Gómez. Usaba el acto como un mensaje simbólico de que se cerraba una etapa del conflicto con el expresidente Hipólito Mejía y se abría otra de relanzamiento del PRD.
Pero la verdad es que la pelea se torna más agria, porque ese mismo día, como si fuese programado así, Mejía y sus aliados anunciaban una ofensiva para llevar sus demandas en el PLD hasta organismos internacionales. Para eso, hasta contrataron abogados establecidos en Washington.
La discusión más encendida de estos días gira en torno a los preparativos de la convención para elegir a las autoridades internas para los próximos cuatro años.
En cambio, el Partido Reformistas Social Cristiano está metido de lleno en modificaciones estatutarias que, sin dudas, representan un allanamiento del terreno para determinadas aspiraciones presidenciales y escollos para otras.
Los seguidores de Joaquín Balaguer están bastante activos ahora con la incursión forzosa de un dirigente que llevaba años en un casi absoluto retiro, José Hazim Frappier, designado por Carlos Morales como presidente interino.
Curiosamente, con una trayectoria de descalabro que se manifiesta en los bajos resultados electorales alcanzados desde el año 2000, los reformistas decidieron abultar la matrícula de sus órganos de dirección, al elevar de 151 a 201 los miembros de la Comisión Política y de 350 a 400 los de la Ejecutiva.
Al menos desde esa organización, de voz de su secretario general Ramón Rogelio Genao, salió una propuesta de tregua política hasta el 15 de enero.
Lo cierto es que, por lo pronto, en este diciembre hay política para rato, lo que representa un presagio de lo agitado que puede ser 2014.
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