Un fármaco epigenético muestra resultados positivos en cáncer de glándula salival

Los tipos de tumores más frecuentes fueron el carcinoma adenoide quístico -tumor en glándulas salivales- (28,9 %), cáncer de páncreas (14,4 %), cáncer de próstata (13,3 %) y melanoma uveal (8,9 %).

Barcelona.– Los primeros resultados del ensayo de un fármaco epigenético, que actúa sobre unas marcas que regulan la expresión de los genes, ha mostrado que es capaz de actuar contra tumores sólidos, especialmente en cánceres de glándula salival sin otras opciones terapéuticas.

Investigadores del Grupo de Cabeza y Cuello y de la Unidad de Terapia Molecular del Cáncer (UITM) – CaixaResearch del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) han publicado en la revista Clinical Cancer Research los resultados preliminares de este ensayo en su primera fase.

Los científicos han probado la seguridad del nuevo fármaco epigenético en pacientes con tumores sólidos que habían recibido tratamiento previo o no eran candidatos a las opciones de tratamiento estándar.

El fármaco JNJ-64619178, desarrollado por la farmacéutica Janssen Research & Development, es un inhibidor muy potente y selectivo de la proteína PRMT5, involucrada en la unión de marcas epigenéticas a la secuencia de ADN.

La investigadora de la UITM-CaixaResearch del VHIO y primera firmante del estudio, María Vieito, ha explicado que la PRMT5 «juega un papel regulador en la progresión de los cánceres humanos, ya que activa como un interruptor la expresión de genes asociados a la proliferación, invasión y migración de las células cancerosas y su sobreexpresión es un indicador de mal pronóstico en muchos tipos de cáncer humano».

«Este es uno de los primeros fármacos de mecanismo epigenético que se desarrolla para tumores sólidos en humanos», con el objetivo de «bloquear esa vía de crecimiento tumores a nivel epigenético», ha añadido Vieito, en declaraciones a Efe.

LAS INSTRUCCIONES DE LA RECETA

La epigenética son marcas químicas que activan o inactivan la expresión de los genes: «Podríamos decir que los genes son los ingredientes de una receta y las marcas epigenéticas serían las instrucciones de la receta, como qué proporción se pone de cada ingrediente «, ha ejemplificado Vieito.

En el estudio participaron noventa pacientes con diversos tipos de tumores sólidos avanzados que habían recibido una media de tres líneas de terapia convencional.

Los tipos de tumores más frecuentes fueron el carcinoma adenoide quístico -tumor en glándulas salivales- (28,9 %), cáncer de páncreas (14,4 %), cáncer de próstata (13,3 %) y melanoma uveal (8,9 %).

Los resultados mostraron una toxicidad manejable y una actividad antitumoral preliminar en pacientes con tumores de glándula salival, que es poco frecuente y resistente a la quimioterapia, por lo que no hay hoy en día un tratamiento eficaz.

«Aunque queda mucho trabajo por hacer, hemos visto es que en tumores que ahora mismo no tienen un tratamiento establecido cuando presentan recaídas al tratamiento de cirugía y de radioterapia, como el de glándulas salivales, este fármaco podría tener futuro porque hemos observado reducciones significativas en la velocidad de crecimiento y en el tamaño de los tumores», ha resaltado Vieito.

UNA ENFERMEDAD HUÉRFANA

Por su parte, la jefa del Grupo de Cáncer de Cabeza y Cuello del VHIO e investigadora de la UITM, Irene Braña, quien ha liderado el estudio, ha destacado que, de todos los pacientes tratados, más de 20 tenían tumor de glándulas salivales y en cuatro de ellos se ha observado una respuesta positiva, en un tipo de cáncer que ha resaltado que es una «enfermedad huérfana», pues no responde a tratamientos convencionales.

Además, este fármaco epigenético de nueva generación ofrece la ventaja de tener «un perfil de tolerancia muy bueno», en comparación a otros de generaciones previas, que no llegaron a prosperar.

«Son datos muy incipientes, pero es un fármaco de nueva generación con una mayor tolerancia y que parece que va a ser una nueva estrategia para utilizar, solo o combinado con otros, para poder curar más», ha remarcado Braña.

Al ser la primera fase de un ensayo clínico, existen menos restricciones en el reclutamiento de los pacientes y se han podido añadir enfermos con diferentes tipos de tumores sólidos que se habían quedado sin opciones terapéuticas.

A parte de los de glándulas salivales, en algunos otros tumores se han visto progresos; en concreto, un caso de cáncer de páncreas poco frecuente, que no había respondido a tratamientos anteriores, mantiene la enfermedad bajo control desde el inicio del ensayo.