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26 Abril 2024

Un gran desafío para el país

Estadísticas de la Procuraduría General revelan que de 2008 a 2012 en el país hubo 24,185 muertes violentas, para un promedio de 4,837 decesos al año, 13 por día

Sin pecar de exageración, se podría afirmar que cada hora que transcurre, al menos algún hecho de violencia se registra en el territorio nacional, en muchos casos con saldo de muertos y heridos. En los últimos días los hechos que aportan su cuota de sangre se han sucedido como si se tratara de una plaga que nos cayera encima, en especial con lo que tiene que ver con violencia de género.

Algo lamentable es que en una alta proporción de esos hechos la autoridad competente viene a enterarse tarde, y se involucra cuando ya la tragedia está consumada. En ocasiones eso es entendible.

Las muertes por métodos violentos se suceden con una frecuencia inusitada en gran parte del país. Los casos de feminicidios, las víctimas por riñas, en atracos y otros métodos en que se pone de manifiesto el empleo de la violencia forman parte de nuestro diario vivir. A ese entramado de cosas debemos añadir los accidentes de tránsito, que día por día aportan su cuota de muertos y heridos.

La violencia doméstica se ha ensañado en prácticamente todos los rincones del país. Expertos han hecho el cálculo de que cada 36 horas muere una mujer a mano de su pareja, o ex pareja.

Tan solo en los últimos tres años, más de 500 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas.

Estadísticas de la Procuraduría General revelan que de 2008 a 2012 en el país se registraron 24,185 muertes violentas, para un promedio de 4,837 decesos al año, 13 por día. El año de mayor cantidad de muertes de este tipo fue 2011, con 4,989, mientras 2012 fue el de menor, con 4,678.

Pero también las víctimas por riñas, atracos y por accidentes de tránsito registran un elevado número en las estadísticas de muertes violentas en nuestro país.

Según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, República Dominicana ocupa el segundo lugar entre los países con más muertes por accidentes de tránsito en el mundo, en relación a su población, con una tasa de 41.7 por cada 100 mil habitants, solo superada por la isla Niue, en el Pacífico, con índice de 68.3.

Todo eso ocurre pese a los esfuerzos de las autoridades, que a partir del 20 de marzo de este año pusieron en marcha el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana, en un acto en el Palacio Nacional y que contó con la presencia del Presidente Danilo Medina.

Precisamente el martes de esta semana el Jefe del Estado se reunió con los miembros de la comisión que integra ese Plan, en procura de dar seguimiento a los trabajos que se realizan, y con el cual se busca reducir la delincuencia en el país.

El Ministerio Público, Interior y Policía, las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) y otras instituciones están comprometidas con que haya resultados concretos con ese Plan.

Comenzando por el Presidente Medina, todos los funcionarios que hicieron uso de la palabra en ese acto asumieron el compromiso de llevar a cabo esfuerzos de las instituciones que representan con tal de contribuir a reducir en su máxima expresión el uso de la violencia y la criminalidad en República Dominicana.

Un dato a tomar en cuenta fue el que aportó el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, quien dijo en la ocasión que el país registra una tasa de 23 asesinatos por cada 100,000 habitantes, y que el 22% de sus hombres jóvenes ni estudia ni trabaja.

En una sociedad como la dominicana, donde el más alto porcentaje de los policías (que tienen rangos de rasos, cabos y sargentos) lo que devengan por sueldos van de 5 mil a 7 mil pesos –algo que no alcanza ni siquiera para subsistir- el aporte de estos servidores a favor de la ciudadanía se ve reducido en modo extremo.

Además, los niveles de preparación de nuestros policías dejan mucho que desear, y cuando hay miles de armas de fuego en manos de la población civil y con regulaciones oficiales que no son las más aconsejables.

Los peligros a que se enfrenta la población dominicana no es para que las autoridades se pasen el tiempo teorizando sobre lo que hay que hacer. La ciudadanía espera acciones concretas respecto a lo que se anunció en el Plan de Seguridad Ciudadana, que dicho sea de paso no acaba por arrancar.

La debilidad exhibida por nuestro sistema de justicia, a lo que se agrega el cuestionado Código Procesal Penal, contribuyen a que muchos delincuentes burlen con cierta facilidad los controles por los que deben pasar cuando son atrapados en plena acción delictuosa.

Las muertes violentas en este y en cualquier otro país constituye un gran desafío para toda sociedad organizada y que clame por la preservación de la vida y las buenas costumbres de su gente.

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