Redacción Internacional.- Uno de los asesinatos múltiples más famosos de todos los tiempos es el del caso Tate-La Bianca, ocurrido en Hollywood en 1969: la actriz Sharon Tate (que estaba embarazada), tres amigos suyos y un joven que se hallaba en las inmediaciones de la casa en Beverly Hills fueron asesinados por los seguidores de un culto dirigido por Charles Manson, un criminal, sectario y músico aficionado estadounidense. Al día siguiente, cometieron otros dos crímenes, los de Leno La Bianca y su mujer, Rosemary.
Los tres autores materiales de los asesinatos fueron Tex Watson, Susan Atkins y Patricia Krenwinkel. Atkins ya ha fallecido (al igual que el propio Manson), mientras que Watson y Krenwinkel siguen en prisión… por ahora.
Patricia Krenwinkel, que tenía 23 años en el momento de su detención y ahora tiene 74, está a punto de salir a la calle, después de que la junta de libertad condicional de California haya recomendado su excarcelación.
Tal y como recoge el Daily Mail, a Krenwinkel se le ha negado la condicional 14 veces con anterioridad. Ahora, la responsabilidad recae sobre Gavin Newsom, gobernador de California, que deberá decidir si confirma, revierte, modifica o simplemente no realiza ninguna acción sobre la decisión de la junta.
Los asesinos fueron condenados a pena de muerte, pero luego fue conmutada a cadena perpetua. Las nuevas leyes desde que a Krenwinkel se le negó la libertad condicional por última vez en 2017, requerían que junta considerara que ella cometió los asesinatos a una edad temprana, 21 años, y es ahora una reclusa anciana.
El abogado de Patricia Krenwinkel, Keith Wattley, dijo que su cliente ya no era un peligro para la sociedad. «Está completamente transformada», agregó el letrado.
Krenwinkel era una secretaria de 19 años cuando conoció a Charles Manson, entonces de 33 años, en una fiesta. Ayudó a matar al tendero Leno LaBianca y a su esposa Rosemary, usando su sangre para escribir ‘Helter Skelter’, ‘Rise’ y ‘Death to Pigs’ en las paredes.