Buenos Aires.- La huelga llevada adelante este miércoles en Argentina por sindicatos del sector aeronáutico en reclamo de una recomposición salarial ha obligado a cancelar centenares de vuelos domésticos, regionales e internacionales, afectando a miles de pasajeros y provocando millonarias pérdidas, una medida que el Gobierno ha tachado de «irresponsable».
Solo en Aerolíneas Argentinas, la principal línea aérea del país, la huelga ha provocado la cancelación de 331 vuelos y afectado a 24.000 viajeros, 3.000 de ellos de vuelos regionales y otros 3.000 de vuelos internacionales, según confirmaron a EFE fuentes de la compañía, propiedad del Estado argentino.
La medida de fuerza por 24 horas fue lanzada por la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), tres de los sindicatos que representan a trabajadores de Aerolíneas Argentinas y de su subsidiaria Intercargo, que presta servicios de rampa y en pistas.
Dado que el personal de Intercargo presta servicios en diversos aeropuertos del país, como el Aeroparque Jorge Newbery, de Buenos Aires, no sólo a Aerolíneas Argentinas sino también a otras empresas, la huelga también ha afectado a otras compañías aéreas, como Latam y las empresas de bajo costo JetSmart y Flybondi, que operan rutas domésticas y regionales.
Flybondi, por ejemplo, cuenta con servicios en tierra propio en casi todos los aeropuertos, salvo en el Aeroparque capitalino, donde depende de Intercargo, por lo que tuvo que hacer «ajustes operativos», con cambios de aeropuertos, reprogramaciones y la cancelación de seis vuelos, según indicaron desde la compañía.
En tanto, JetSmart tuvo que cancelar 45 vuelos, según fuentes de esa línea aérea consultadas por EFE.
Por su parte, las aerolíneas Gol y Latam cancelaron todos sus vuelos desde Brasil hacia Argentina previstos para este miércoles, mientras que en Paraguay unos 400 pasajeros quedaron en tierra por la cancelación de vuelos a Argentina de Paranair, Aerolíneas Argentinas y JetSmart, según confirmó a EFE el director de aeropuertos de la Dirección de Aeronáutica Civil de Paraguay, Rubén Aguilar.
En las pantallas del Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, en Ezeiza (provincia de Buenos Aires), el principal del país, se muestran vuelos internacionales cancelados o reprogramados de compañías como Sky, KLM, Lufthansa, Level, Delta, United Airlines, Air France e Iberia, entre otras.
«Estoy atascado aquí por lo menos hasta esta noche y la verdad que no me han dado ninguna información sobre cuál es la situación. Me encanta Argentina y entiendo que esto pasa en todo el mundo», dijo a EFE Thomas, un turista alemán que lleva un mes y medio de vacaciones en Buenos Aires y planeaba viajar este miércoles a Mendoza (oeste).
No todos se lo han tomado tan bien. La mayoría de los viajeros deambulaban por el Aeroparque porteño con rostros de resignación, ofuscación o enojo.
«Aquí en Argentina todo está mal. En sí, aquí tiene derecho el que no trabaja. Uno trabaja para pasarla bien en unas vacaciones y se encuentra con esto. Pero estamos acostumbrados», explicó a EFE Eduardo Márquez, quien regresaba de un viaje en crucero y se aprestaba a volver en avión a su casa, en la norteña ciudad de San Salvador de Jujuy.
Los sindicatos aeronáuticos convocaron a la huelga en el marco de las negociaciones salariales en curso.
Mientras Aerolíneas Argentinas asegura que los gremios rechazaron una oferta de recomposición de los sueldos, los sindicatos han denunciado que este martes se había llegado a un principio de acuerdo, el cual naufragó porque a último momento el ministerio de Economía, Luis Caputo, desautorizó conceder un alza salarial del 12 % para marzo, tras haberse acordado ya un aumento del 16 % para febrero.
La discusión se da en momentos de elevadísima inflación en Argentina, del 20,6 % mensual y 254,2 % interanual en enero, con creciente conflictividad sindical en diversos sectores de la economía.
«Esto no es ni más ni menos la irresponsabilidad de un grupo que cree que vive en otros tiempos. Dejaron a 35.000 personas sin poder viajar, que son 35.000 que perdieron tal vez una oportunidad de empleo, de vacacionar o una oportunidad de otra índole y nos apena mucho», dijo en rueda de prensa el portavoz de la Presidencia de Argentina, Manuel Adorni.
Según cálculos de Aerolíneas Argentinas, la medida de fuerza le supondrá un coste de 2 millones de dólares en su resultado operativo.