Una Navidad con Dolor a Tragedia

Santo Domingo.– Hay cifras que no admiten adornos: 236 personas murieron, 187 niños quedaron huérfanos y cientos resultaron heridos y hasta hoy cargan con secuelas. Detrás de esos números hay familias que hoy enfrentan algo para lo que nadie está preparado: la primera Navidad después de la tragedia del Jet Set.

Mientras el país se llena de luces y mensajes de celebración, en muchos hogares el silencio es fuerte. Hay sillas vacías, niños que se preguntan por mamá o papá y adultos que se reprimen la tristeza para no romperse frente a ellos.

Esta no es una Navidad de fiestas ni de excesos. Es una Navidad de sobrevivientes, de personas que cargan una ausencia que no se puede explicar con palabras. La tragedia borró cualquier idea de privilegio; no hay estatus, solo dolor compartido.

Para estas familias, celebrar no será una opción. Algunos encenderán una vela, otros guardarán silencio y otros intentarán que el día pase. Al final, el duelo no tiene calendario ni protocolos.

Hoy, estas familias necesitan respeto, acompañamiento y memoria. Recordar a los 235 que murieron y proteger a los 187 niños que quedaron sin padres no es solo un gesto de humanidad; es una responsabilidad de todos como sociedad.

Para quienes sobrevivieron, llegar a esta Navidad ya es un acto de valentía. No están solos y no deben ser olvidados.

Para estas familias, esta Navidad llega con preguntas:

¿Cómo se celebra cuando el duelo está fresco?

¿Cómo se le sonríe a un hijo que no entiende por qué su mundo cambió?

¿Cómo se honra a los que ya no están sin que el recuerdo desgarre?