VIENA.- Con una media de 52 homicidios cada hora, el mundo registró 458.000 muertes violentas en 2021, una cifra más de cuatro veces superior a la de fallecidos por conflictos armados y en la que el crimen organizado está detrás de más de 100.000 muertes, revela un informe de la ONU presentado este viernes en Viena.
El Estudio Global sobre Homicidios, que toma 2021 como año de referencia, sitúa en 5,8 por cada 100.000 personas la tasa mundial de muertes violentas, aunque existe una importante diferencia por género: entre la población masculina fue del 9,3 y entre la femenina del 2,2. El 81 % de las víctimas fueron masculinas.
«La compleja red de factores que alimentan las muertes por homicidio en todo el mundo, desde la violencia de género contra mujeres y niñas hasta el crimen organizado, pasando por la pobreza y la desigualdad, demuestra que no existe una respuesta única al problema», explicó Ghada Waly, directora ejecutiva de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (ONUDD).
Diferencias por género
La mayoría de las víctimas y perpetradores de homicidios son hombres. En el continente americano, los jóvenes de 15 a 29 años sufren una tasa de 53,6 víctimas por 100.000, más del doble del índice regional masculino y más de cinco veces la media global.
Por otro lado, mujeres y niñas resultan desproporcionadamente afectadas por la violencia homicida en el hogar. Representan el 54 % de todas las víctimas de crímenes en el hogar y el 66 % de todas las víctimas de asesinatos perpetrados por parejas o exparejas.
De esta manera, para una mujer, el lugar más probable para ser víctima de un homicidio es su propia casa.
Entre 2019 y 2021, el promedio anual de homicidios fue de 440.000, y, según el estudio, en 2021 se produjo un repunte de las muertes violentas debido a los efectos socioeconómicos de la pandemia y al crecimiento del crimen organizado.
Los 458.000 homicidios registrados en 2021 suponen más de cuatro veces la media de 94.000 fallecidos en conflictos armados. Y el informe destaca que el crimen organizado causó cinco veces más muertes violentas, alrededor de 100.000, que el terrorismo, con unas 22.000.
El informe señala que aunque los fallecidos en conflictos armados aumentaron un 95 % en 2022 -debido en gran parte a la invasión rusa de Ucrania- las víctimas de homicidios son ese año el doble que los fallecidos en guerras.
Desde hace dos décadas las cifras globales de homicidios han fluctuado entre unas 400.000 y 450.000 víctimas. El aumento de la población mundial ha compensado la bajada de la tasa de homicidios, que pasó de 6,9 en 2000 a 5,8 en 2021.
«Desde el año 2000, aproximadamente 9,5 millones de personas en todo el mundo perdieron la vida por la violencia homicida, en comparación con unas 340.000 muertes por ataques terroristas y aproximadamente 1,5 millones relacionadas con conflictos armados», indica el estudio.
En términos regionales, América tuvo la tasa de homicidios más alta del mundo y es también el continente con las mayores cotas de violencia relacionada con el crimen organizado, que representa la mitad de todos los asesinatos.
A nivel mundial, el 22% de los asesinatos están relacionados con el crimen organizado. Esta proporción varía mucho entre regiones: en Europa es del 6 %, mientras que en América alcanza el 50 %.
La tasa de homicidios en el continente americano fue la más alta, con 15 por cada 100.000 habitantes, seguida por África con 12,7, Oceanía con 2,9, Asia con 2,3 y Europa con 2,2.
África registró el número total más elevado de muertes violentas en 2021, con 176.000. Le siguieron América con 154.000, Asia con 109.000, Europa con 17.000 y Oceanía con 1.000.
A escala subregional también se dan grandes diferencias. Mientras que América Latina y el Caribe es la región más peligrosa con una tasa de 19,1 homicidios, seguida por África Subsahariana con 14, en el lado opuesto se sitúa Asia Oriental, con un índice de 0,52 muertes violentas, y Europa del Sur, con 0,7.
En cuanto a los métodos de homicidio, el 40 % en todo el mundo se cometieron con armas de fuego y el 22 % con objetos punzantes o cortantes. En América, las armas de fuego se usaron en el 75 % de los asesinatos registrados en 2021, el mayor porcentaje a nivel mundial.
El estudio explica la persistente alta tasa de homicidios en América Latina y el Caribe con una mezcla de factores como la presencia de grupos del crimen organizado debido al narcotráfico, la proliferación de armas, la debilidad del Estado, la impunidad y la desigualdad económica.
«Las sociedades con alta desigualdad de ingresos suelen registrar altos niveles de violencia. En América Latina y el Caribe, el 10 por ciento más rico gana 22 veces más que el 10 por ciento más pobre», indica el estudio