Una rápida mirada a Latinoamérica

Ecuador está pasando una prueba electoral que le permitiría empezar a superar una profunda crisis social y política sin parangones, si bien nada tiene que envidiarle al abismo que amenaza hace tiempo al Perú.

El continente de la esperanza, la tierra de los pueblos más jóvenes y de perfil mestizo, la América Latina, por sus orígenes sincréticos nativos y europeos llamada así, está insertada en la historia de cambios permanentes.

Si la vemos desde el Norte, comenzando por México, observamos el dinamismo que muestra la patria de Benito Juárez.

Seguimos con Guatemala, donde se ha celebrado una reciente elección presidencial que ha producido una victoria sorpresa acompañada de incertidumbre.

Honduras y El Salvador también están atravesando sus propios procesos de cambios, mientras que Nicaragua pasa por situaciones inéditas y Costa Rica va dejando de ser el modelo de tranquilidad y desarrollo igualitario que era.

Panamá es ahora el puente que atraviesan miles y miles de haitianos y otros pobres de los países de la región en situaciones de crisis humanitarias.

Mientras que allá en el Caribe los pueblos que habitan las Antillas Mayores (Cuba, Puerto Rico y República Dominicana), sobreviven a las precariedades propias de cada cual en realidades geopolíticas que los limitan.

En Sudamérica, Colombia y Venezuela se reencuentran.

Ecuador está pasando una prueba electoral que le permitiría empezar a superar una profunda crisis social y política sin parangones, si bien nada tiene que envidiarle al abismo que amenaza hace tiempo al Perú.

En Brasil se van corrigiendo los efectos destructivos del proceso de utilización del método judicial de persecución política y en Bolivia y Paraguay se retoman los procesos de desarrollo normales.

Chile experimenta cambios puestos a prueba. Uruguay duerme su sueño de civilidad, mientras Argentina se aboca a nuevas elecciones en medio de un proceso inflacionario típico de su sociedad económica.