NAIROBI.- Las graves inundaciones que han azotado a África occidental y central han afectado a unos cuatro millones de personas, muchas de ellas niños, en lo que va de año, informó este viernes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La anegaciones han desplazado al menos a 500.000 personas y han destruido más de 300.000 hogares, precisó Unicef en un comunicado.
Las inundaciones se extienden desde Liberia hasta Nigeria pasando por Malí, Níger y Chad, aunque también se han producido en África central.
«Se prevén inundaciones fluviales aún peores para más adelante en el año, que podrían aumentar la miseria de los niños y las familias de la región«, advirtió el director regional de Unicef para África occidental y central, Gilles Fagninou.
«Los fenómenos meteorológicos extremos están afectando cada vez más a esta región, lo que hace que las condiciones sean más difíciles para los niños, que ya enfrentan desafíos para ejercer sus derechos básicos a la supervivencia, la seguridad y la educación», subrayó Fagninou.
Esta misma semana, más de 239.000 personas se vieron afectadas en Maiduguri, capital del estado de Borno, en el noreste de Nigeria, por las inundaciones ocasionadas después de colapsar el pasado martes una presa, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Las inundaciones en la región ya han dañado al menos 61 escuelas y 13 centros de salud, señaló Unicef.
En Chad, uno de los países más golpeados, las lluvias torrenciales han causado inundaciones en todo el país desde finales de julio, con casi 1,5 millones de personas damnificadas y al menos 341 muertos, de acuerdo con la OCHA.
Según el índice de riesgo climático infantil de Unicef, 16 de los 24 países de África occidental y central se encuentran entre los 30 países con mayor riesgo de cambio climático para los niños en el mundo.