El Cairo.- Unicef se mostró hoy «muy preocupada» por la violencia en el estado de Al Yazira, donde se encuentra la ciudad de Wad Madani, considerada hasta ahora un refugio para los sudaneses que huyeron de la guerra entre el Ejército y los paramilitares fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), y pidió detener la violencia.
La representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Sudán, Mandeep O’Brien, indicó que Wad Madani acoge a «cientos de miles de niños y familias, incluyendo los que ya huyeron de la guerra», publicó en su cuenta oficial de X (antes Twitter).
«Necesitan protección y cuidados, y no más miedos y trauma. La violencia debe parar», afirmó, y agregó que «ningún niño debería experimentar la violencia de la guerra. Ni una vez, ni dos».
Hasta 300,000 personas han huido en las últimas 72 horas, muchas de ellas a pie, de la ciudad refugio Wad Madani, al sur de Jartum, por los combates entre el Ejército sudanés y los paramilitares, que han entrado ya a la urbe, informó hoy la ONU.
Wad Madani es considerada la ciudad refugio en Sudán para aquellas personas que huyeron de Jartum de la guerra y donde las ONG estaban presentes para llevar a cabo las operaciones humanitarias, hasta el momento suspendidas hasta nuevo aviso.
Este martes, las FAR acusaron en un comunicado al Ejército de haber preparado 40.000 combatientes en el estado de Al Yazira para «acabar» con los paramilitares, razón por la que dicen que han atacado Wad Madani.
«Invitamos a todos los ciudadanos que han sido desplazados a regresar a sus hogares y, por nuestra parte, trabajaremos para protegerlos de una manera que garantice su estabilidad, mantenga su seguridad y protección, y brindarles todos los servicios básicos necesarios y asegurar el acceso de la ayuda humanitaria facilitando la entrada de organizaciones que trabajan en el ámbito humanitario», según un comunicado de las FAR.
El conflicto armado en Sudán estalló por las tensiones sobre la reforma del Ejército y la integración de los paramilitares en las fuerzas regulares, en medio un proceso político para encauzar de nuevo al país en la senda democrática tras el golpe de Estado de 2021.
La guerra ha dejado ya alrededor de 12,000 muertos, más de 6 millones de refugiados y desplazados, además de una catástrofe humanitaria en el país.