Unidad deslucida

Otro aspecto difuminado fue el referente al sistema de salud: “Hemos hecho grandes avances en la lucha contra el VIH. En menos de 10 años quedará eliminada la epidemia de VIH de los Estados Unidos. Unidos venceremos la epidemia del VIH y más allá", señala y resalta  la reducción del precio de los medicamentos: una de sus metas.

Nada que pueda compararse con el memorable discurso en el que Roosvelt preparó el ánimo de los estadounidenses para la segunda guerra mundial, definiendo las cuatros libertades: la de expresión, la de religión, la de vivir sin penurias y la de vivir sin miedo; Tampoco emula el discurso del estado de la unión en que George W Busch identificó a Irak, Irán y Corea del Norte como el eje del mal, pero sin duda que la reciente alocución de Donald Trump, tiene espacio comunes con la tradición de exaltar la grandeza de los Estados Unidos y convocar a los sentimientos patrióticos.

Salvo la alusión a la trama rusa, en el que la alocución se descarrila y asume un tono bribonal, presionado por esa investigación,flanco débil en el que dejaba una fácil ripostacion a la réplica opositora, el discurso era una apuesta por la unidad de propósitos, priorizando en las conveniencias nacionales:

“Todo lo que tenemos hoy, la justicia, la guerra ganada contra el comunismo, lo tenemos por los americanos que nos antecedieron. Aquí tenemos legisladores de toda nuestra república, todos nosotros representamos esta extraordinaria nación. Nuestros viajes más emocionantes y nuestras más grandes victorias están por venir», dice un presidente que ha preguntado   “¿Queremos trascender sobre nuestras diferencias?”

“Millones de estadounidenses están esperando que nosotros gobernemos no como dos partidos sino como una nación.Nuestra agenda es la agenda del pueblo americano”, afirma.​

Conectando con un tema que unifica a todas las democracias del mundo, excepción de la mexicana, el secuestro de la democracia venezolana, expresó:

“ Condenamos la brutalidad del régimen de Maduro, quien convirtió el país más rico de Suramérica en el más pobre y desesperado. El socialismo que promueve Maduro no prevalecerá en América».

Aprovecha para dejar claro, que no es antiimigrantes, que sólo va contra la migración ilegal porque daña a los más necesitados:

“La clase trabajadora paga el precio por la inmigración ilegal. La migración ilegal quita cupos de trabajo a los americanos, oportunidades de educación y deprime la seguridad”.

No creo que sea justo, entrelazar el grave problema  de consumo de estupefacientes con el tema migratorio, pero el Presidente aprovechó el discurso para relacionarlo:

“Millones de americanos mueren por culpa de las drogas que cruzan nuestras fronteras y la mayoría vienen de la frontera sur. Millones de americanos son asesinados por extranjeros»

Pero lo que desvió el mensaje de unidad fue su alusión a las investigaciones de la que está siendo objeto por la presunta participación rusa en las elecciones presidenciales:

“Se está produciendo un milagro económico en los Estados Unidos, y lo único que puede detenerlo son las guerras tontas, la política o las ridículas investigaciones partidarias. Si va haber paz y legislación, no puede haber guerra e investigación !simplemente no funciona de esa manera!”.

Esa parte opacó la referencia a lo que ha sido uno de sus logros, el crecimiento económico: “La economía americana está creciendo casi el doble hoy. El desempleo ha tenido el crecimiento más lento en el último siglo y las personas con discapacidades han logrado más empleos”

Otro aspecto difuminado fue el referente al sistema de salud: “Hemos hecho grandes avances en la lucha contra el VIH. En menos de 10 años quedará eliminada la epidemia de VIH de los Estados Unidos. Unidos venceremos la epidemia del VIH y más allá», señala y resalta  la reducción del precio de los medicamentos: una de sus metas.