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Uno de los imputados en Discovery 2.0 está involucrado en la estafa a los abuelos de EE.UU.

Justicia

Abogados de Parra Arias solicitan pedido de extradición sea conocido luego de Discovery 2.0

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SANTO DOMINGO. Juan Rafael Parra Arias, uno de los dominicanos pedidos en extradición por los Estados Unidos por la supuesta estafa a ancianos estadounidenses es imputado en el caso Discovery 2.0.

Se recuerda que la investigación 2.0 se originó en Santiago y se trata de una red de personas que a través de internet se dedicaban alegadamente a la estafa, usurpación de identidad, y el lavado de activos. Los individuos simulaban que trabajaban en centros de llamada (call center) de compañías a través de los cuales contactaban a las personas.

En esta operación el Ministerio Público recibió apoyo de las autoridades estadounidenses. En la acusación se sometió a 24 personas. Mismos cargos que le imputan el Departamento de los Estados Unidos.

Por esta razón lo que sus abogados pidieron al Tribunal de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, suspender el conocimiento de la solicitud de extradición hasta tanto concluya el caso Discovery.

Estafa de los abuelos

 Dieciséis personas fueron acusadas en relación a una estafa fraguada desde República Dominicana contra decenas de estadounidenses de la tercera edad y que asciende a millones de dólares, anunció este martes el Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ, por su sigla en inglés).

Entre los acusados hay 11 dominicanos que enfrentan 19 cargos de conspiración para cometer fraude postal y electrónico, así como lavado de dinero, entre otros.

Los acusados participaron en una estafa de larga data operada desde un centro de llamadas en República Dominicana que tenía como objetivos a «abuelos» que residían en Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania y Massachusetts, según detalló el DOJ en un comunicado.

La estafa comenzaba con los ‘abridores’ que llamaban a los ancianos haciéndose pasar por hijos, nietos u otros parientes cercanos, pidiendo ayuda económica para salir de un problema a raíz de un accidente automovilístico.

La estafa era hecha desde centros en República Dominicana que usaron tecnología para hacer parecer que las llamadas provenían de un número telefónico estadounidense.

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