Jerusalén.- Al menos 50 gazatíes han muerto esta madrugada en un bombardeo israelí sobre un campamento de desplazados en el noroeste de Rafah, en el barrio de Tal al Sultan, ataque confirmado por el Ejército israelí, dirigido contra dos altos cargos de Hamás.
«Otra atroz masacre fue cometida por las fuerzas israelíes en Rafah, que se ha cobrado hasta el momento la vida de 50 mártires y decenas de heridos, la mayoría de ellos niños y mujeres», indicó un portavoz del Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.
Por su parte, el Ejército israelí confirmó el ataque de su aviación en la zona de Tal al Sultan, «basado en inteligencia precisa» y dirigido contra dos altos cargos del grupo islamista Hamás, el comandante de su división para Cisjordania, Yassin Rabia; y otro alto mando de esa misma división, Khaled Nagar.
«El ala de Hamás en Judea y Samaria (Cisjordania ocupada) es responsable de la planificación, financiación y ejecución de ataques terroristas en toda Judea y Samaria y dentro de Israel», indicó un comunicado castrense sobre ese ataque en Tal al Sultan, barrio de Rafah que las fuerzas israelíes aún no habían ordenado evacuar y que acogía a cientos de desplazados.
Imágenes difundidas en las redes sociales palestinas muestran un gran incendio provocado por el bombardeo aéreo sobre las tiendas de campaña provisionales en Tal al Sultan.
«Tenemos conocimiento de informes que indican que, como resultado del ataque y del fuego que se inició, varios civiles de la zona resultaron heridos. El incidente está bajo revisión», subrayó el Ejército sobre el ataque
Según Israel, Yassin Rabia «gestionó la totalidad de la actividad terrorista de Hamás en Judea y Samaria, transfirió fondos a objetivos terroristas y planificó ataques terroristas», también en el pasado, incluso en 2001 y 2002 -en plena Segunda Intifada- «en los que murieron soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel».
De Nagar señalaron que «dirigió ataques con disparos y otras actividades terroristas en Judea y Samaria, y transfirió fondos destinados a las actividades terroristas de Hamás en la Franja de Gaza» y que en el pasado, llevó a cabo varios atentados mortales entre 2001 y 2003, que provocaron la muerte de varios civiles y soldados israelíes.
«Nunca antes en la historia se había empleado un número tan grande de herramientas de matanza en masa frente al mundo como está sucediendo ahora en Gaza, donde la población se ve privada de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible, aplastando la infraestructura y destruyendo todas las instituciones», denunció el Ministerio de Sanidad de Gaza.
Según sus datos, en las últimas 24 horas, 190 palestinos murieron en nuevas masacres, incluida esta en la supuesta «zona segura» de los campamentos al oeste de la ciudad de Rafah, agregó.
El ataque israelí en Rafah se produce horas después de que Hamás lanzara desde ese punto de la Franja, según el Ejército, ocho cohetes hacia el centro de Israel, incluido Tel Aviv, por primera vez en unos cuatro meses, que no causó daños graves ni heridos.
También el portavoz del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Nabil Abu Rudeina, condenó este «ataque deliberado del ejército de la ocupación» sobre tiendas de desplazados en Rafah, provocando una «masacre que ha superado todos los límites y requiere una intervención urgente para detener inmediatamente estos crímenes contra el pueblo palestino».
En Cisjordania, cientos de palestinos han salido a las calles en diversas ciudades, incluido en puntos calientes como Yenín o Tulkarem, en protesta por este ataque.
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