Barcelona (España).- Usar bisfosfonatos para tratar la osteoporosis en pacientes con enfermedad renal grave aumenta un 15 % la progresión de esta dolencia, aunque no se vincula con una tasa más alta de lesiones renales agudas, eventos gastrointestinales o hipocalcemia.
Así se pone de manifiesto en un estudio del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) de Cataluña, en España, que advierte de la importancia de valorar el estadio de la gravedad de la enfermedad renal antes de prescribir bisfosfonatos, ya que «puede empeorar su función renal y en estos casos se tendrían que buscar alternativas de tratamiento».
Según el investigador del Ciberfes, coordinador del Grupo de investigación Musculo-Esquelética del IMIM-Hospital del Mar y jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital del Mar, Xavier Nogués, los bisfosfonatos son el tratamiento de primera línea para prevenir fracturas en pacientes con osteoporosis, pero su uso está contraindicado o debe usarse con precaución en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) porque falta información sobre su seguridad y eficacia.
En el estudio, que publica la revista Journal of Bone and Mineral Reseach, han colaborado investigadores de universidades e instituciones británicas y españolas, con la participación del CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (Ciberfes) y el Hospital del Mar de Barcelona.
«Esta investigación constituye una aportación significativa debido a la escasa información existente. Debemos decir que, de manera tranquilizadora, no encontramos un riesgo excesivo de lesión renal aguda, eventos gastrointestinales o hipocalcemia con el uso de bisfosfonatos, pero debe considerarse para la progresión del ERC y deben continuar usándose los bisfosfonatos con precaución en esta población», resume Nogués.
Para llevar a cabo la investigación utilizaron registros electrónicos de atención primaria vinculados a registros hospitalarios en el Reino Unido y Cataluña, e incluyeron a 4.000 usuarios de bisfosfonatos.
La enfermedad renal crónica de moderada a grave (estadios 3 a 5) afecta a 2,8 millones de personas en el Reino Unido (UK) y a 2,7 millones en España.
La ERC se asocia con una masa ósea baja y, por tanto, el aumento del riesgo de fracturas se vincula con una mayor gravedad de la ERC.
El estudio se dio a conocer hoy coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Osteoporosis (World Osteoporosis Day), una fecha que sirve para concienciar a la población sobre el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, que se previene mediante el fortalecimiento óseo en edades tempranas, de manera que el riesgo de padecer osteoporosis en la edad adulta se puede reducir hasta un 50 %, según Nogués.