REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Decenas de peatones pospusieron sus planes para ver con propios ojos la reacción de un conductor que violó las normas de tráfico y aparcó su coche en un lugar para discapacitados. Al salir del edificio el joven encontró su vehículo cubierto por completo por pegatinas de colores que formaban el diseño de una señal de tráfico. El hecho sucedió en Maringá, un municipio del norte del estado brasileño de Paraná.
Fuente: Actualidad.rt.com