LA ROMANA.- Mientras los deudos de las cuatro víctimas mortales del dilatado tiroteo encabezado por Daniel Guerrero Tavávez “El Ebanista” velan a su parientes, las autoridades investigan cuales razones llevaron al atacante a ultimar y herir a varios vecinos y policías, incluidos agentes SWAT, mientras se atrincheró durante siete horas con un rehén en un inmueble de La Romana.
En sus respectivas residencias son velados los restos de al menos tres personas residentes de esta comunidad, que perdieron la vida en manos de Guerrero, quien cayó abatido por la Policía luego de permanecer más de siete horas atrincherado en su taller.
Familiares de Guerrero indicaron que el problema se originó cuando dos de los fallecidos supuestamente fueron denunciados por el ebanista en varias ocasiones por alegadamente haberle robado sus equipos de trabajo y no ver respuesta de las autoridades.
Vecinos y familiares del tercer fallecido identificado como Gamalier Mota, indicaron que este intentó mediar en la situación y calmar al ebanista, momento cuando esté le arrebató la vida y posteriormente hirió a un hermano de este cuando trató de socorrerlo al ver agresión.
Los tres fallecidos de esta misma calle fueron identificados como Aneudy Caraballo, y Bernardi Joenny de Mota, así como el Segundo teniente Manuel Moisés Hernández, que llegó al lugar atendido un llamando del 911.
Los familiares de algunos de fallecidos han pedido a la prensa privacidad para velar los restos de sus parientes.
Entre los policías que resultaron heridos por el ebanista mientras estaba atrincherado con un fusil fueron identificados como Jorge Luis Cuevas Pérez y el sargento Pedro González Sánchez, agentes SWAT. También, el cabo Adelin Alberto Maldonado, el sargento Pedro González Sánchez, así como y el raso Moisés Navarro Santana, todos ingresados en varios hospitales de la capital y uno se encuentra en estado delicado.
La Policía informó que ya iniciaron una investigación para determinar el móvil de la tragedia que enluta cinco familias. Indicaron también que en el taller del occiso ocuparon varias armas de fuego.
De acuerdo con informaciones, Daniel Guerrero, se dedicaba a la ebanistería, aunque los vecinos no especificaron si era cristiano, si dijeron que solía leer la biblia con estos y una frase bíblica es parte de la pintura del que fue su taller de ebanistería. También indicaron que solía cazar animales y criar abejas.
Los cuerpos de los fallecidos en esta misma comunidad será velados en sus respectivas residencias y las familias aún ultiman detalles del sepelio.
Además de los rastros de sangres que aún permanecen en este lugar, los impactos de la balas evidencian el desenlace de la tragedia que mantiene consternada a esta comunidad.