Los trabajadores, de diversos países y en su gran mayoría latinos, se unieron hoy -con el apoyo de varios sindicatos- para pedir que el paquete de cuatro proyectos sea aprobado antes del receso navideño.
Nueva York.- Vendedores ambulantes y repartidores de comida, en su mayoría inmigrantes, reclamaron este miércoles al Concejo municipal de Nueva York que apruebe varios proyectos de ley destinados a reducir los enfrentamientos con la policía y el riesgo de detención o deportación por parte del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Los trabajadores —provenientes de diversos países, principalmente de América Latina— se reunieron con el apoyo de varios sindicatos para exigir que el paquete de cuatro proyectos de ley sea aprobado antes del receso navideño.
Miles de inmigrantes recién llegados en la oleada migratoria de los últimos dos años han optado por trabajar como vendedores ambulantes o “deliveristas” (repartidores de comida), y muchos viven con temor a redadas migratorias.
“No me queda más remedio que salir a trabajar, tengo que mantener a mi familia”,se escuchó repetir entre los manifestantes durante la conferencia de prensa, tras la cual marcharon varias veces alrededor del edificio de la alcaldía.
Uno de los proyectos propone aumentar los permisos para vendedores ambulantes, una demanda de décadas. Desde 1979, la ciudad mantiene el número de permisos limitado a poco más de 800 al año, pese a que miles de solicitudes permanecen pendientes.
La falta de licencias ha generado un sistema de sanciones que, solo en 2024, ha producido más de 13.000 multas a vendedores.
“Rosa” (nombre ficticio), una vendedora de frutas ecuatoriana que migró este año “por no tener allá sustento y recibir amenazas”, relató a EFE que la policía confisca su mercancía e impone multas de hasta 1.000 dólares.
“Como diez veces me decomisaron la mercancía; he pagado multas de 500, 800 y 1.000 dólares. Tengo que pedir dinero prestado para seguir luchando.Necesitamos las licencias. Mis hijos necesitan comer”,expresó la inmigrante, viuda y madre de familia.
Según la ONG Street Vendor Project, que agrupa a más de 2.500 vendedores, en Nueva York hay 23.000 vendedores ambulantes, de los cuales 20.500 venden comida. Los principales países de origen son México (30 %), Ecuador (24 %), Egipto (20 %), Senegal (7 %) y Estados Unidos (4 %).
Otro proyecto busca evitar que las aplicaciones de reparto “desconecten” a los trabajadores sin justificación y que las multas de tránsito sean tratadas como infracciones menores, no “multas criminales”, como las ha catalogado la actual administración del alcalde Eric Adams, un exagente de policía.
Bajo el sistema actual, muchos repartidores son citados ante tribunales penales, donde corren el riesgo de ser detenidos por el ICE.
Se calcula que en la ciudad trabajan unos 80.000 repartidores de comida, de los cuales el 80 % son inmigrantes.
Aún restan cuatro audiencias públicas para evaluar los proyectos, y la presidenta del Concejo Municipal, Adrienne Adams, no se ha pronunciado al respecto. Los manifestantes la acusaron de favorecer a las empresas de aplicaciones y de ignorar las demandas de los trabajadores.