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20 Abril 2024

Vía Contraria: Yo y las sombrillas

Víctor Bautista.

Víctor Bautista.

Con cierta frecuencia recorro la historia gráfica que voy dejando en Facebook, una manía y, a la vez, una forma de concatenar mis tiempos vitales. En esos menesteres me encontraba el sábado cuando moría la tarde. Hallé una foto familiar, de meses atrás, en la que todos estamos vestidos de amarillo en la Plaza España, apoyando la lucha a favor del 4% para la educación.

¿Valió la pena ese instante? Creo que sí, si se parte de que pusimos un granito de arena contra la tozudez política frente a la ley. He de aclarar, sin embargo, que siempre mantuve una postura crítica ante las omnipresentes sombrillas amarillas.

¿En qué sentido? Un movimiento de esa magnitud, invencible y seductor, debió tener una visión de más largo plazo, no reducida a doblegar  las fuerzas políticas hasta comprometerlas con el 4% a regañadientes.

Después de recibir un golpe de dinero,  lo importante pasaba a ser en la educación cómo administrar eficazmente los copiosos fondos para no generar una crisis de abundancia.

El tiempo me otorga la razón. Ahora los maestros andan con irrefrenable apetito buscando un aumento salarial del 100%, que se llevaría la mitad de los recursos adicionales otorgados al sector. Profesores bien pagados queremos. No deseamos cristianos muertos, por los garrotazos de la pobreza, construyendo  ciudadanos del mañana.

La clase magisterial debe saber, no obstante, que una reforma profunda en la educación demanda maestros blindados en término de conocimientos –para que merezcan ser bien pagados-, tandas extendidas, planteles decentes, materiales y alimentación escolar que erradique los cerebros fallidos.

Las sombrillas amarillas –que se diluyeron tan pronto lograron el fin primario de su propaganda- deberían apostar por una política sistémica, la unión de piezas para formar un tablero virtuoso en forma gradual. Si prevalece la lógica de la boa, el resultado del 4% será sólo maestros brutos con la barriga harta y el corazón contento, mientras la educación se quedará en el mismo sitio.

@viktorbautista/[email protected]

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