Vía contraria: Desmutualización

Hace poco más de una década nuestros legisladores aprobaron una ley marco, la Monetaria y Financiera que, de manera tácita, incorporó la vía para que voluntariamente las asociaciones de ahorros y préstamos se convirtieran compañías por acciones.

Los anales legislativos -debidamente documentados en los archivos de ambas cámaras- deben guardar los testimonios sobre el extenso trajinar, el riguroso consenso, los estudios de las comisiones correspondientes y las vistas públicas de que fue objeto la ley antes de aprobarse.

Apenas anuncia el Banco Central la próxima emisión de un reglamento para dar concreción a esa parte de Ley Monetaria, un grupo de diputados amenaza con un proyecto de reforma del marco legal para impedir un proceso que el mismo Congreso aprobó.  !Absurdo!

Sería muy mal precedente que abriría la puerta a cambios en la legislación monetaria y financiera por cualquier antojo, coyuntura y hasta por pescar en mal revuelto.

Lo más inconcebible es que sin existir aun el reglamento, ya los congresistas proclaman a voz en cuello la supuesta intención de repartirse el patrimonio de las instituciones mutualistas en forma inapropiada. Esta postura no es sólo un prejuicio sino también  una injuria adelantada.

En otras palabras, preconizan que la autoridad monetaria entrará en contubernio con grupos hegemónicos de las AA&P y que validará una suerte de “manotazo” contra los ahorrantes.

La conversión de las AA&P a bancos múltiples, de ahorro y crédito o corporaciones de crédito no es una tragedia. La desmutualización se ha dado en otros países. Para emitir opinión responsable, los legisladores deberían estudiar los modelos, los antecedentes y las mejores prácticas. Sabrán, pues, que el mutualismo tiene mucho de anacrónico, pues el mercado cambió hace mucho tiempo. Esto no debe manejarse como un tabú; tampoco ser objeto de miedo o de verguenza.

¿Por qué no esperar el reglamento del Banco Central y, a partir de ahí, procurar la decisión más legítima, justa, transparente y consensuada? La vacilación, el sigilo y la tardanza pueden estimular inventos como ese de los diputados. Manejemos esto de cara al sol.