Redacción.- Un joven se encuentra en una zona residencial y mientras se grababa hablando a través de su celular describiendo la situación, un sonido agudo invade la escena, un sonido que va incrementando.
Fue un cohete que impactó de lleno en el lugar donde el ucraniano se estaba grabando. El hombre protege su cabeza y su cuerpo como puede, ante los vidrios estallados que caen sobre él, al igual que cemento y escombros que caen al suelo.
Durante algunos segundos la imagen es indescifrable por el impacto que el misil causó en el edificio. El lente de la cámara no encuentra ni quietud, ni foco.
Tras la explosión, el joven empieza a caminar sin rumbo. Lejos de donde impactó la primera bomba, pero sin certeza de saber de dónde podría caer la próxima.
Mientras el hombre camina, parece avisarle a alguien que está bien. Que no resultó herido. Pero en la fracción de segundo que su rostro vuelve a aparecer en imagen tras la explosión, sus gestos son desencajados.