Por Céline Aemisegger
MOSCÚ.- Rusia invadió este jueves Ucrania desde todos los flancos, por el este, el sur y el norte, y se acerca ya a Kiev, con el argumento de «desmilitarizar» el país vecino y defenderse de los «riesgos de seguridad» que, cree, han surgido por el rechazo de EEUU y OTAN a su exigencia de no acercarse más a sus fronteras.
Lo que temían Occidente y Ucrania desde hace meses por el despliegue de más de 150.000 soldados rusos alrededor de Ucrania, ocurrió finalmente este jueves con el anuncio poco antes de las 06.00 hora de Moscú (03.00 GMT) del presidente ruso, Vladímir Putin, quien ordenó una «operación militar especial» en Ucrania.
Horas antes, el jefe del Kremlin recibió una solicitud de ayuda militar de los líderes de las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, cuya independencia reconoció el lunes y a cuyos ciudadanos ha entregado más de 700.000 pasaportes rusos.
PUTIN ALEGA EL «GENOCIDIO» EN EL DONBÁS
«El objetivo es proteger a las personas que han sido objeto de intimidación y genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años. Y para ello lucharemos por la desmilitarización y desnazificación de Ucrania (…)», indicó Putin, quien también acusó a ese país de «aspirar a poseer armas nucleares».
El presidente ruso, que se anexionó hace ocho años la península ucraniana de Crimea, aseguró que sus planes «no incluyen la ocupación de territorios ucranianos», pero nada más lanzarse el ataque contra Ucrania, quedó claro que Rusia no se limitaría solo al Donbás, donde los separatistas prorrusos se enfrentan desde 2014 al Ejército ucraniano.
Los soldados rusos cruzaron el punto fronterizo de Vilcha, entre Bielorrusia y Ucrania, situado en la región de Kiev y a 150 kilómetros de la capital, tomaron el aeródromo de Hostomel, a 35 kilómetros de la ciudad, y ocuparon la antigua central nuclear de Chernóbil tras fuertes combates contra las Fuerzas Armadas ucranianas, según la Presidencia ucraniana.
El ataque se produjo desde las inmediaciones de la capital hasta la línea de separación del Donbás, la frontera con Crimea y la costa del mar Negro, como Odesa.
Las Fuerzas Armadas de Rusia emplearon armas de alta precisión contra infraestructuras militares, baterías antiaéreas y bases aéreas militares, y aunque el Ministerio de Defensa aseguró que no atacan ciudades ni civiles, según los primeros partes de Ucrania hubo varias decenas de muertes, la mayoría soldados, pero también algunos civiles, según el Gobierno de Kiev y autoridades locales.
Rusia no ha informado aún de bajas.
El portavoz de Defensa, Igor Konashenkov, se limitó a informar de que el Ejército ha incapacitado 83 instalaciones de infraestructura terrestre de Ucrania y destruido cuatro aviones y vehículos aéreos no tripulados.
«Dos Su-27, dos aviones Su-24, un helicóptero y cuatro vehículos aéreos no tripulados Bayraktar TB2 de las Fuerzas Armadas de Ucrania han sido derribados desde el inicio de la operación militar especial», indicó.
Según Rusia, la labor fijada para hoy ha sido cumplida, como restablecer el suministro de agua a Crimea y el avance de los soldados de los separatistas de unos ocho kilómetros en la línea del frente gracias al apoyo de la artillería y la aviación rusas.
ADVERTENCIAS A OCCIDENTE
Putin estuvo todo el día en silencio, hasta que se reunió con empresarios para tranquilizarles ante las sanciones occidentales impuestas al mercado financiero y la deuda soberana de Rusia por el reconocimiento de los separatistas prorrusos.
No en vano, la Bolsa de Valores tuvo que ser suspendida a primera hora y cayó más del 45 % cuando se reanudó la negociación, para dejarse al cierre un 33,3 %.
El presidente ruso aseguró ante el círculo empresarial que «no tenía otra opción» que atacar Ucrania para defender a Rusia de las amenazas de seguridad.
«Los riesgos en la esfera de la seguridad son tales que era imposible responder con otros medios», sostuvo en referencia al rechazo de EEUU y de la OTAN a conceder a Rusia garantías de seguridad vinculantes en las que se comprometerían a no ampliar la Alianza Atlántica más al este, es decir a no incluir nunca a Ucrania en su seno, y a no emplazar armamento ofensivo cerca de las fronteras rusas.
«Repito: es una medida que nos hemos visto obligados a tomar, porque ellos (en Occidente) podían crear tales riesgos para nosotros que no está claro cómo nuestro país podía seguir existiendo», recalcó.
Horas antes, durante el anuncio de la invasión, Putin ya lanzó una advertencia a Occidente.
«Ahora algunas palabras importantes, muy importantes para aquellos que puedan verse tentados a intervenir en los acontecimientos en curso. Quien intente ponernos obstáculos, y más aún crear amenazas para nuestro país, para nuestro pueblo, debe saber que la respuesta de Rusia será inmediata y acarreará consecuencias que nunca han experimentado en su historia», dijo.
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