SANTO DOMINGO.- En medio de una pandemia que se incrementa con nuevos brotes, una tasa de positividad que durante los últimos tres días se ha mantenido por encima del 30 por ciento, elevándose en las últimas 4 semanas a casi 15 por ciento, de un 9.80 a principios de noviembre y con la ocupación saturada en clínicas en demarcaciones como Santiago, La Vega, Puerto Plata y Duarte, se impone una urgente revisión de las medidas aplicadas para enfrentar este virus asesino..
Ante esta realidad, muchos han comenzado a preguntarse si las autoridades no debían contemplar seriamente la posibilidad de obtener vacunas antes de la fecha prevista para la llegada del primer lote, que está pautada para febrero, aunque el proceso iniciaría en marzo.
Pero mientras llega dicha vacuna, debemos aplicar una mayor vigilancia para el cumplimiento del uso de mascarillas y el distanciamiento físico.
La revista científica Physis of Fluids ha señalado que una mascarilla definitivamente ayuda a evitar contagios, pero advierte a la vez que si las personas están muy cerca unas de otras, todavía cabe la posibilidad de propagar y contraer el virus.
A pesar de que es la reafirmación de algo que ya se sabía y se ha divulgado ampliamente, las grandes y continuas aglomeraciones de personas que vemos a diario en lugares públicos es definitivamente uno de los factores que está desencadenando los nuevos brotes que estamos viendo.
Esta situación se ha visto agravada por frecuentes fiestas y celebraciones clandestinas en que muchos de los participantes ni siquiera llevan mascarillas, lo que también se ha agravado por las violaciones a los horarios de toque de queda.
Por eso insistimos nuevamente en que independiente de las acciones que tomen las autoridades sanitarias, para detener esta pandemia es crucial una dosis de conciencia que lleve a la población a cumplir los protocolos y métodos de prevención.
Como aconsejaban sabiamente nuestros mayores, el mundo no se acabará porque dejemos de hacer festejos por un tiempo o que participemos en ello con cuidado, observando todas las medidas de control y protección.
Esto es lo que aspiramos y a lo que apelamos para que podamos despedir este triste 2020 con cierta capacidad y entrega necesaria de toda la población dominicana, sin la cual será difícil, cuando no imposible, contener este VIRUS ASESINO.